Semana 52
Edgar Celada
“No hay, sin embargo, lugar para el pesimismo. En la plaza y en la calle se escucha el rítmico canto de ‘esto apenas empieza’. Es cierto. En una perspectiva histórica dilatada, Guatemala apenas reinició su andar hacia una democracia de nuevo tipo, lejos del simulacro vivido durante más de un cuarto de siglo.»
“Una democracia avanzada, único espacio de convivencia para superar el secular rezago económico y social. Una democracia con la que, parafraseando a Otto René Castillo, por fin esta patria nuestra pueda abrir sus alas a la mañana”.
Con los párrafos citados se cierra la primera de las columnas de este “Mirador de Kaminal”, iniciado en su tercera época hace 52 semanas en Siglo.21. Un año de intensa vida periodística, académica y nacional, del que rememoro momentos cúspide para actualizar la lectura de dónde estamos hoy.
Esa primera columna, escrita al calor de las movilizaciones sociales en la Plaza de la Constitución; se publicó el martes 11 de agosto y aún estaba por producirse la mayor manifestación y el paro nacional del jueves 27 de agosto de 2015. Se percibía en el ambiente que la ola gigante de la indignación estaba por llegar.
Lo dejamos consignado en la segunda columna, publicada el martes 18 de agosto: “Las señales que llegan desde la plaza y las calles, así como de las redes sociales, son de radicalización: no tanto de las demandas sociales (aunque no falta quien reclame “revolución ya”) cuanto de las formas de lucha… Desobediencia civil, paro nacional, huelga de brazos caídos, huelga general, son los recursos que anidan ya en el imaginario de una parte de la sociedad indignada”.
Dos días antes del paro nacional, publicamos: “Las expresiones organizadas de este último [el pueblo de Guatemala] se aprestan, en los próximos tres días, a realizar acciones propiciatorias para el nacimiento de la primavera democrática. Porque ahora ya no se trata, nada más, de tumbar a un presidente impresentable sino de abrir el camino para una democracia sin simulaciones, auténtica y profunda” .
El balance lo hicimos el 2 de septiembre: “Nadie, ni aun el más exaltado de los activistas, podía anticipar la magnitud de la respuesta ciudadana a la convocatoria al paro nacional… Se estima que cerca de un cuarto de millón de personas se movilizó en todo el país, en esa fecha ya memorable”.
Hicimos notar que “una formidable energía social fue liberada”, cuya “canalización será objeto de la lucha política e ideológica por venir”. Así fue, en efecto: el establishment encontró los recursos para canalizar aquella energía social por la senda de las urnas y hacer elegir a un outsider, que encabeza el gobierno de transición en el proceso de restauración conservadora.
Proceso contradictorio, en cuya realidad debemos seguir bregando para conquistar la “democracia avanzada, único espacio de convivencia para superar el secular rezago económico y social” de Guatemala. Así seguimos pensando en el “Mirador de Kaminal”, 52 semanas después.
Fuente: [http://www.s21.gt/2016/08/semana-52/]
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