Ayúdanos a compartir

Edgar Celada Q.

Los hombres, esos señalados por la historia, simplemente no mueren como los otros que mueren de su muerte; ellos sólo mueren en la carne para empezar el ciclo de vida del espíritu incorrupto donde el tiempo regresa a su origen”.[2] Este es el epitafio justo, escrito por él mismo, para Guillermo Paz Cárcamo, economista, sociólogo y etnohistoriador guatemalteco fallecido el domingo 23 de mayo de 2021.

Nacido en 1938, Paz Cárcamo es descrito, en varias de las diversas notas periodísticas publicadas con motivo de su deceso, como uno de los muchos jóvenes que se alzaron en armas a inicios de la década de los 60 del siglo pasado en contra del gobierno cleptocrático encabezado por el general Miguel Ydígoras Fuentes.

Y, en efecto, así fue. El Patojo, como se le conoció desde siempre en el movimiento revolucionario, pasó de las aulas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de San Carlos de Guatemala, donde estaba matriculado, a la militancia estudiantil y de ésta a la militancia guerrillera, la cual se prolongaría hasta el final de esa década.

Esa faceta de la vida de Guillermo Paz es relatada en su libro de memorias, Insurrectos (Paz Cárcamo, 2017), pero también puede hallarse ficcionada en la novela pionera de Marco Antonio Flores (1976) Los compañeros.

En el orden usual, Guillermo Paz Cárcamo, Marco Antonio Yon Sosa y Enrique Cahueque Juárez. Fotografía realizada en Cuernavaca, México, en 1967. Tomada de Suplemento Cultural del Diario La Hora, 26 de agosto de 2018.

Ambos libros son esenciales para quienes tengan interés no solo en la militancia inicial del académico y prolífico escritor, sino de toda una generación de jóvenes a quienes la asfixiante realidad sociopolítica del país los llevó a la decisión de empuñar las armas contra el régimen corrupto y la dictadura militar.

El último capítulo de Insurrectos se titula “Adiós a las armas”, en cuyo penúltimo párrafo dice el autor que “con ese paso le estaba diciendo adiós a los anhelos por los que había luchado por muchos años, un adiós a compañeros, hermanos muertos en aras de unos ideales rotos, un adiós a las armas que lo habían acompañado por un ideal y por una vida”. Cierra, el capítulo y el libro, diciendo “cuando dormitaba sentía que llevaba cansado el cuerpo y el alma, pero que aún estaba vivo” (Paz Cárcamo, 2017, pág. 397).

Así termina la vida del combatiente guerrillero, pero al mismo tiempo inicia la vida de quien, andando los años, sería un acucioso académico, estudioso de los problemas económicos y sociales que sirven de trasfondo para explicar la guerra civil en la que se vio envuelto.

Ese fragmento de Insurrectos emerge de la constatación de la derrota revolucionaria en esa etapa, que va aproximadamente de 1962 a 1972. Y sin duda incluye también, implícita, como trasfondo, la derrota de la revolución democrática en 1954. De hecho, Insurrectos tiene un capítulo inicial llamado “Propósito donde queda clara su opinión sobre el efecto devastador de la derrota de 1954 sobre el desarrollo de Guatemala.  Dice ahí:

Nuestra generación, como la que nos precedió, fue estremecida por las profundas transformaciones socioeconómicas, culturales y políticas que llevó a cabo la Revolución de Octubre en sus diez años de gobernanza. También a esas generaciones les quedaron profundas y dolorosas huellas por los sombríos años contrarrevolucionarios que siguieron, en los que no solo asesinaron a miles de campesinos por el hecho de ser agraristas, eliminaron física y socialmente a líderes sindicales y políticos, sino que además implantaron un régimen de terror anticomunista, de oscurantismo cultural y religioso, de latrocinio oligárquico del Estado, de explotación inmisericorde del trabajador y de discriminación social y racial (Paz Cárcamo, 2017, pág. 9).

Parece claro que  Paz Cárcamo habla de generación en el sentido de Ortega y Gasset. Esto es, grupos humanos ubicados en cierto arco del tiempo que enfrentan circunstancias comunes. Esto permite, por ejemplo, ubicar a Francisco Villagrán Kramer y a Guillermo Paz Cárcamo en la misma generación, aunque el primero haya nacido en 1927 y el segundo en 1938, ambos críticos de las consecuencias para Guatemala del golpe reaccionario de 1954.

Punto importante: no necesariamente una generación comparte la reacción frente a sus circunstancias. En ella coexisten posiciones contrapuestas. Unas posiciones deseando conservar lo heredado, otras deseando alterarlo. Ortega y Gasset indica claramente que las posiciones deseosas de cambiar lo heredado pueden estar en minoría, y la vasta mayoría en favor del estatus quo.

La parte de la generación que rechaza el resultado de la intervención estadounidense en 1954, está bien representada en este arco de posiciones que va de la opción revolucionaria a la opción reformista. Expresan la reacción a la esperanza rota, como lleva por título uno de los libros de Piero Gleijeses, uno de los historiadores más acuciosos de los eventos de 1954.

También la opción revolucionaria de Guillermo Paz sufre una derrota durísima en el periodo 1964-1972. Por eso es apropiado juzgar que la sensación de derrota de Paz Cárcamo incluye la derrota de 1954. Por cierto, también la opción reformista es derrotada en ese largo periodo pos-1954 y sus más connotados dirigentes: Adolfo Mijangos, Alberto Fuentes Mohr y Manuel Colom Argueta asesinados.

En cuanto a la entrega de Guillermo Paz Cárcamo al trabajo académico después de la derrota, conviene observar que este se llevó a cabo, principalmente, en el exilio en Costa Rica y que siempre tuvo un lazo crítico sobre y hacia la realidad guatemalteca. Hay un elemento adicional: en lo que conocemos del trabajo académico de Guillermo Paz es posible rastrear las huellas de su experiencia de militante revolucionario. Como un espejo. Hay un vínculo notorio. Por ejemplo, hay una etapa agrarista en el trabajo de Guillermo Paz que, sin duda, está vinculado al hecho central de la reforma agraria del gobierno de Árbenz y al peso de las estructuras agrarias en ese momento y los años que siguieron.

Viene después un momento académico en Guillermo Paz dedicado a las relaciones internacionales. Fue director de una revista especializada en el tema en Costa Rica. Además publicó un análisis sobre el golpe de estado de Mejía Víctores a Ríos Montt, basado en conceptos de relaciones internacionales. El articulo conserva actualidad. Se podría especular que este interés en las relaciones internacionales y el sistema internacional surgió del choque directo y traumático que su generación tuvo con el recién estrenado sistema internacional de la Guerra Fría.

Luego viene su etapa de reflexión sobre el movimiento revolucionario reflejada en Insurrectos, pero también en el ensayo “El primer ciclo de la insurgencia revolucionaria en Guatemala (1954-1972)” trabajo escrito en conjunto con Carlos Figueroa y Arturo Taracena Arriola, y que constituye el capítulo VII del segundo tomo (La dimensión revolucionaria) de la obra colectiva Guatemala: historia reciente (1954-1996), publicado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-Guatemala) en 2013.

Imposible desligar esos trabajos de su experiencia militante.

Por último, está la etapa de trabajo académico dedicada al tema étnico maya, con una clara aportación a la Etnohistoria. En este campo fue importante su contribución a la historia del pueblo kaqchikel. Destacan su trabajo sobre Chwa Nim Abaj (hasta hace poco conocido como Mixco Viejo), y su libro Kaji’ Imox, sobre la formación del pueblo kaqchikel y su resistencia a la invasión española en el siglo XVI.

Se puede observar, de nuevo, un vínculo entre su militancia y su dedicación al tema maya. Guillermo Paz vivió la discusión en las organizaciones revolucionarias sobre la necesidad de incorporar a la población indígena a la lucha revolucionaria. Es posible afirmar también que esa experiencia vital se expresó más adelante en su dedicación al estudio de asuntos relativos a los pueblos mayas, especialmente, el kaqchikel.

El valor de la amistad

Tanto en su periodo militante, como en la etapa de profesor universitario y académico partícipe de las reflexiones, preocupaciones y debates de una parte de la intelectualidad guatemalteca, mucha de ella en el exilio, Guillermo Paz Cárcamo sostuvo una relación amistosa con otro importante académico, el sociólogo Edelberto Torres Rivas. Aquí aparece de nuevo la cuestión generacional.

Edelberto Torres Rivas fue de la misma generación, en sentido orteguiano, que Guillermo Paz. El primero nacido en 1930, el segundo en 1938. Ambos enfrentaron, desde la perspectiva revolucionaria, la catástrofe de 1954. Eso, como ya se ha advertido al hablar de lo generacional, no significa que no haya habido diferencias de apreciación o acuerdo en cuanto a las respuestas. Digamos, Guillermo Paz se inclinó por la opción más radical, mientras Edelberto optó por una visión más política.

Pero se da un caso curioso. También Edelberto Torres Rivas, después de una intensa vida militante, opta por la vida académica, crítica y fuera de Guatemala. En Chile, México y Costa Rica. Edelberto se incrusta en la vanguardia del pensamiento crítico de América Latina. Escribió textos que son clave para la interpretación de Centroamérica. Es el fundador de las Ciencias Sociales en Centroamérica. Ambos se reincorporan plenamente a Guatemala después de los Acuerdos de Paz de 1996.

La relación entre Guillermo Paz y Edelberto Torres no estuvo libre de polémica, de desacuerdos. Pero, bajo el liderazgo de Edelberto, participaron de un espacio en donde diversas narrativas de la izquierda podían coexistir. En la posguerra Edelberto Torres Rivas era abierto a la idea de los sistemas democráticos. Guillermo Paz más escéptico, aunque ambos apreciaban las conquistas y resultados del sistema democrático en Costa Rica.

Ambos mantuvieron un diálogo y una amistad fuertes. Podían convivir y socializar juntos. Y en un hecho poco conocido, al final de la vida de Torres Rivas, Guillermo Paz Cárcamo asistió como un enfermero fiel a Edelberto: una prueba viviente de coexistencia amigable y solidaria de las izquierdas.

El fallecimiento de Guillermo Paz Cárcamo seguramente tiene el simbolismo de la gradual e inevitable extinción de toda una generación de estudiantes, profesionales universitarios y académicos que estuvieron en el ojo del huracán político y militar. De nuevo, Guillermo fue miembro de una generación guatemalteca que enfrentó la derrota de 1954 y la derrota de la opción revolucionaria armada, además de ser testigo de la derrota de la opción reformista.

El sistema instaurado después de 1954 no llevó al desarrollo de un orden político, sino a la decadencia y el empeoramiento de la organización social. En ese sentido, hay un vínculo con las generaciones actuales.  Las generaciones actuales padecen la degeneración del sistema instaurado a partir de 1954. Algo en contra de lo cual combatió Guillermo Paz como estudiante de secundaria, como estudiante universitario y como crítico académico.

El trabajo de Guillermo Paz sobre reforma agraria es ampliamente citado en trabajos académicos para entender la dinámica agraria del conflicto guatemalteco. Incluso en Literatura, por ejemplo, en el trabajo de Brian Davisson (2011) sobre la obra de Miguel Ángel Asturias, el libro de Guillermo Paz sobre reforma agraria es citado como referencia para ilustrar la base real de la apreciación que se desprende de la obra de Miguel Ángel Asturias pos 1954, con relevancia la idea de que las grietas abiertas por la contrarrevolución de 1954 complicaban la integración de la nación guatemalteca.

Los trabajos de Guillermo Paz sobre la historia del pueblo kaqchikel fueron reconocidos incluso a nivel gubernamental.  En la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos ya hay más de una tesis sobre el antes llamado Mixco Viejo, apoyadas en los hallazgos de Guillermo Paz. Sobre este ámbito de su producción intelectual es del caso citar extensamente lo compartido en su momento por Marcial Díaz Sucuc (2018)

Esta ciudad [Mixco Viejo] lo inquietó por completo por su ubicación geográfica y la historia de sus primeros habitantes. A él lo abruma totalmente y es así como, con tanto ímpetu, comenzó su arduo y meticuloso trabajo, sumergiéndose en las páginas de los documentos antiguos tanto de los nativos kaqchikeles, como de los castellanos. Así tejió el güipil de la historia, obtuvo una radiografía tan clara del pasado y como resultado produce el valioso libro, Chwa Nim Abaj. La vida y el recorrido de los abuelos kaqchikeles.

No conforme con el relato paradigmático de la vida de los kaqchikeles, en el libro Chwa Nim Abaj, Guillermo Paz pensó en los más pequeños de esta tierra. Él sabe que también tienen el sagrado derecho de conocer su verdadera historia e hizo un resumen sustancioso y ameno de este. Así nació a la vida de los libros, Kaqchikelá, episodios de la nación kaqchikel.

Pero había algo que lo seguía inquietando.  Se preguntaba ¿Cómo le hicieron nuestros abuelos para resistir y sobrevivir a tanto hostigamiento k’iché y a la aparatosa y cruel persecución y asedio de los invasores españoles por mucho tiempo? ¿Quiénes lideraban y conducían los destinos de esta gran nación kaqchikel?  Luego de una exhaustiva investigación, articuló y presentó a Kaji´ Imox, libro donde relató la personalidad de nuestro gran comandante en jefe, también llamado Kaji´ Imox y reivindicó de esa manera a nuestros verdaderos héroes (Díaz Sucuc, 2018).

Guillermo Paz Cárcamo durante la ceremonia de reconocimiento que, en 2018, le ofreció el consejo B´eleje´ Aj Säq Ala, en el municipio de San Martín Jilotepeque, Chimaltenango. (Fotografía tomada de https://www.guatemalanart.com.gt/historias/guillermo-paz-carcamo-y-su-herencia-al-pueblo-kaqchikel/ ).

Así, puede sostenerse que la militancia de Guillermo Paz Cárcamo en el movimiento estudiantil, desde la Facultad de Ingeniería de la Universidad de San Carlos de Guatemala, no solamente fue una contribución que ayudó a definir a su generación como participante en los movimientos de marzo y abril de 1962. También lo definió a él como académico, como investigador: lo llevó a ser un militante en la acuciosa búsqueda de la verdad.

Guillermo Paz Cárcamo: bibliografía básica seleccionada

1.  Reflexión agrarista

1983. El mundo del café. Universidad Nacional (UNA, Facultad de Ciencias Sociales) Costa Rica.

1986. Guatemala: reforma agraria. Educa-FLACSO, San José, Costa Rica. (Hay una edición de 2013. Editorial Universitaria de la Universidad de San Carlos de Guatemala).

1986. Política agraria. Una propuesta para la coyuntura de Guatemala. Instituto Centroamericano de Documentación e Investigación Social.

2. Política exterior

1985. “Política exterior del actual gobierno de Guatemala”. Revista de Relaciones Internacionales número 12 Universidad Nacional de Costa Rica.

3. Movimiento revolucionario

2013. “El primer ciclo de la insurgencia revolucionaria en Guatemala (1954-1972)”, (coautoría con Carlos Figueroa Ibarra y Arturo Taracena Arriola). Capítulo VII  del Tomo II  (La dimensión revolucionaria) en Guatemala: historia reciente (1954-1996). Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. FLACSO-Guatemala. 

2017. Insurrectos. Editorial Cholsamaj, Guatemala.

4.  Etnohistoria

2004. Chwa nima ab’aj / Mixco viejo. Editorial Cholsamaj, Guatemala.

2006. Ri Uk’oj Tekum / La máscara de Tekum. Editorial Cholsamaj, Guatemala.

2007. Episodios de la nación kaqchikel. Editorial Cholsamaj, Guatemala.

2014. Kaji’ Imox, el camino del pueblo kaqchikel. Editorial Cholsamaj.

Referencias

Blandón, Eduardo (2018) “Insurrectos”, en Suplemento Cultural, Diario La Hora, 26 de agosto de 2018. Versión PDF.

Davisson, Brian (2011) “Exile, allegory, and the totality of the Nation: Miguel Angel Asturias After the Guatemala Revolution”, en Symposium: A Quarterly Journal in Modern Literatures, Vol. 65, 2011, issue 3. Accesible en https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/00397709.2011.599724

Díaz Sucuc, Marcial (2018) “Guillermo Paz Cárcamo y su herencia al pueblo kaqchikel”, en Guatemalan Art, 20 de agosto de 2018. Accesible en https://www.guatemalanart.com.gt/historias/guillermo-paz-carcamo-y-su-herencia-al-pueblo-kaqchikel/

Elías, Ángel (2021) “Guillermo Paz Cárcamo ahora es un abuelo kaqchikel”, en Diario La Hora, 25 de mayo de 2021. Accesible en https://lahora.gt/guillermo-paz-carcamo-ahora-es-un-abuelo-kaqchikel/

Flores, Marco Antonio (1976) Los compañeros. México: Joaquín Mortiz.

Paz Cárcamo, Guillermo (2017) Insurrectos. Guatemala: Cholsamaj.

Sam Colop, Luis E. (2004) “Chwa Nima Ab’äj”. En Albedrio, Revista electrónica de discusión y propuesta social. 24 de noviembre de 2004. Accesible en http://www.albedrio.org/htm/articulos/s/scolop-008.htm

Sandoval, Miguel Ángel (2021) “Guillermo Paz Cárcamo, ‘in memoriam’”, en elPeriódico, 26 de mayo de 2021. Accesible en https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2021/05/26/guillermo-paz-carcamo-in-memoriam/


[1] Con aportes sustantivos de un profesional y académico guatemalteco, amigo de muchos años de Guillermo Paz Cárcamo, que prefiere permanecer en el anonimato. Se publicó originalmente en Revista Análisis de la Realidad Nacional, No. 205, del 16 al 31 de mayo de 2021. http://ipn.usac.edu.gt/wp-content/uploads/2021/06/IPN-RD-205.pdf

[2] Citado por Sam Colop, 2004.

Fuente: Revista IPNUSAC

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Edgar Celada Q.
Sígueme