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¿Qué hacer? ¿Qué camino tomar? VII

Irmalicia Velásquez Nimatuj

¿Por qué planteo que los pueblos indígenas fueron traicionados por el Estado de Guatemala luego de firmarse la paz? existen múltiples ejemplos, ahora me referiré a la Ley de Minería, Decreto Legislativo 48-97, que regula la utilización, exploración y explotación de los yacimientos del subsuelo y estipula que el Ministerio de Energía y Minas es el órgano político administrativo encargado de la minería en el país.

El presidente Álvaro Arzú (1996-2000) que firmó la paz en diciembre de 1996 apoyó en julio de 1997 las reformas a esta ley que al analizarla es evidente que los diputados fueron sobornados porque aprobaron regalar a empresas transnacionales y nacionales los recursos minerales, metálicos y no metálicos del país al bajar las regalías de seis al uno por ciento, distribuyendo 0.5 por ciento al Estado y 0.5 a municipalidades, cuyo pago es determinado bajo
declaración jurada del volumen. ¿Qué Estado regala lo que le pertenece a todos los habitantes mientras mantiene hundido en pobreza al 80 por ciento de su población?

Aunque los indígenas lideran la lucha contra la minería rapaz, sus impactos están destruyendo a todo ser vivo, por eso, la resistencia ya no es exclusivamente indígena, un ejemplo es La Puya, en donde población ladina de clase media ha defendido con su vida su territorio.

Debe derogarse la Ley de Minería, además, la Constitución no solo necesita reformas en materia de justicia, también reformas que garanticen el derecho de nuestros hijos a disfrutar de los bienes de la madre naturaleza, por eso, debe
reformarse el Artículo 125 que declara de utilidad y necesidad pública la explotación de los minerales y el 121 que define como bienes del Estado el subsuelo. Este debe pasar al cuidado de las comunidades sean indígenas o no, de lo contrario ministros de Energía y Minas seguirán haciéndose millonarios, comprando suites en Miami y financiando
consorcios de comunicación (Canal Antigua, ContraPoder, Diario Digital, Antigua Sports) como el ministro Érick Archila, a costa de desplazar o matar de sed a cientos de seres humanos.

Ante todo esto, planteo que la paz sí fue una trampa, se firmó para las empresas mientras trajo otra guerra a Guatemala.

Aunque los indígenas lideran la lucha contra la minería rapaz, sus impactos están destruyendo a todo ser vivo, por eso, la resistencia ya no es exclusivamente indígena…

Fuente: [www.elperiodico.com.gt]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Irma Alicia Velásquez Nimatuj