¿Qué hacer? ¿Qué camino tomar? (II)
Inescrupulosamente el CACIF apela al derecho a la igualdad para mantener a los campesinos pobres en miseria.
Irmalicia Velásquez Nimatuj
La mayoría de la población indígena –maya, garífuna y xinca– en medio de su pobreza, limitaciones y aunque no teorice como el mundo occidental, desde sus marcos reflexivos está consciente que el estado de sus condiciones materiales no son por la obra y gracia del Espíritu Santo sino consecuencia de fuerzas históricas, económicas, patriarcales, oligarcas, racistas, conservadoras y misóginas articuladas en el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras, CACIF.
Para evidenciar cómo el CACIF usa su poder en el Ejecutivo, Legislativo y Judicial me referiré solo a tres ejemplos. El primero, el 12 de mayo de 2013 el CACIF actuó como dueño de la finca Guatemala y exigió a la Corte de Constitucionalidad la anulación de la condena a 80 años de cárcel por genocidio y delito de deberes contra la humanidad al general Efraín Ríos Montt. A pesar de las más de mil pruebas y más de cien testimonios de sobrevivientes del Pueblo Ixil, tres magistrados de la CC –operadores del CACIF– anularon la sentencia el 20 de mayo.
Segundo, el CACIF ha impedido que el Congreso del 2006 al 2016 apruebe la Ley de Desarrollo Rural. Argumentando que “atenta contra la propiedad privada y viola el principio de igualdad porque favorece solo a los campesinos”. Inescrupulosamente el CACIF apela al derecho a la igualdad para mantener a los campesinos pobres en miseria. ¡Qué manera más obscena de mantener privilegios!
Y tercero, la reciente negativa del CACIF a que las reformas constitucionales reconozcan el Pluralismo Jurídico que opera y ejerce equilibrio entre, dentro y fuera de las comunidades indígenas. Su argumento: desconocen ¿Qué es el Derecho Indígena? y ¿Cuál es su alcance? Si el tema es la ignorancia teórica bien haría el CACIF en revisar la bibliografía que sobre Pluralismo Jurídico en las Américas posee la Green Library de la Universidad de Stanford.
Los hechos muestran que el CACIF es el principal enemigo de los pueblos indígenas, no solo son los principales evasores de impuestos sino que solo quiere una nación para ellos y sus hijas e hijos a costa de la vida, el trabajo, el hambre y el genocidio de las y los “indios”.
A pesar de las más de mil pruebas y más de cien testimonios de sobrevivientes del Pueblo Ixil, tres magistrados de la CC –operadores del CACIF– anularon la sentencia el 20 de mayo.
Fuente: [www.elperiodico.com.gt]
Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Profesora visitante Departamento de Antropología en la Universidad de Oregon.
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