Irmalicia Velásquez Nimatuj
En Tucurú Ponce López actuó como la finquera, para quien las indias son nada más que “mierdas” y “serotas”, quienes deben obedecerla, no hablar y menos reclamar el derecho que poseen sobre la entrada a sus propiedades.
El domingo 16 de abril, Susana María Guadalupe Ponce López, integrante del partido VALOR, llegó en un pick up al municipio de San Miguel Tucurú, Alta Verapaz, varios videos que circularon muestra una discusión en donde Ponce López insulta y agrede a mujeres indígenas, algunos indican que ellas eran integrantes de la UNE. Independiente de que fueran integrantes de ese u otro partido, este hecho muestra el país racista y racializado que es Guatemala.
Ponce López es integrante del equipo de seguridad de los hermanos Werner Mauricio y Pablo Rolando Moll Girón, integrantes de VALOR y quienes son financistas y candidato a diputado.
¿Qué nos enseñan los videos que han circulado? Primero, que Ponce López actuó con abuso de poder y además, de manera delincuencial al golpear a las señoras q’eqchi’, quienes la refutaban que no se parqueara frente a sus casas. Ante ese accionar de mujeres indígenas, que no actuaron como sus antecesoras de quedarse en condición de sumisión, Ponce López enfureció, sacó su arma de fuego y disparó, esperando doblegarlas, lo cual no ocurrió. Segundo, en el video se observa cómo Ponce López les pega, las denigra e insulta diciéndoles: “ya pues… mierdas” y dispara, cuando otras personas y policías se acercan les grita: “me agarra del pelo y agarra mi teléfono serota.” Y tercero, Ponce López actúa como han actuado los finqueros en Las Verapaces, quienes se asumen no solo dueños de la tierra sino también de las personas. Especialmente de las vidas y cuerpos de las mujeres del pueblo q’eqchi’.
¿Hubiera actuado Ponce López de la misma manera, sí hubiera estado en la Capital y sí integrantes de los partidos TODOS, CABAL, FCN NACION y otros similares le hubieran pedido que no se parqueara frente a sus resistencias? ¿Les hubiera sacado la pistola y les hubiera disparado en la banqueta de sus casas? La respuesta es No, ni siquiera hubiera levantado la voz, es más quizá hasta se hubiera disculpado, se hubiera subido al vehículo y se hubiera marchado. Sin embargo, en Las Verapaces, ella actuó como la patrona, la dueña, para quien las indias son nada más que “mierdas” y “serotas”, quienes deben obedecerla, no hablar y menos reclamar el derecho que tienen sobre la entrada de sus propiedades. Ponce López actuó mostrando el poder que dan las armas porque es parte del partido de Zury Ríos, cuyo padre no solo sacó un arma sino al ejército para arrasar a los pueblos mayas.
Las acciones de Ponce López no fueron un incidente armado como lo publicaron medios de prensa, es un delito y un hecho de racismo contra mujeres q’eqchi’ desarmadas. Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral al ser una institución al servicio de los partidos como VALOR, no investigará y meno castigará estos hechos delictivos.
Fuente: [elperiodico.com.gt]
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