Ayúdanos a compartir

Praxis y demonios

Breve crónica de cómo vuelven a nacer Los demonios salvajes.

Mario Roberto Morales

En estos días me ha tocado ver cómo le han dado los últimos toques al texto y a la portada de Los demonios salvajes, mi novela juvenilista y rocanrolera, publicada por primera vez en Guatemala en 1978 gracias a que había ganado el Premio Único Centroamericano de Novela de la Dirección General de Cultura y Bellas Artes un año antes. Yo ya había escrito Obraje, pero ésta no se publicó sino hasta hace pocos años por parte de la Editorial Praxis, de México, en donde me encuentro ahora escribiendo estas líneas, después de haber aprobado la portada de Los demonios.

La Editorial Praxis es entrañable. Se trata de un amplio y laberíntico lugar en el que hay libros y cuadros desde el piso hasta el techo. Aparte está el local de las máquinas y otro espacio en el que se almacenan libros y más recursos para los trabajos de edición. Más adentro, saliendo a un patio largo y estrecho, está el apartamento 8, la vivienda de su dueño y artífice, Carlos López, un recinto igualmente repleto de libros y cuadros de piso a techo, sin más que algunas pulgadas en las que se puede ver la pared. Aquí me hospedo cuando estoy en México gracias a la hospitalidad de mi igualmente entrañable editor y amigo.

Ver el texto de Los demonios salvajes impecablemente editado, gracias al cuidado de José Luis Perdomo y el mismo Carlos, así como el diseño de portada de Javier Muñoz Nájera, me produce una enorme alegría, ya que las dos ediciones anteriores de esta novela —tipográficamente caprichosa— son muy malas. El juego de su juvenil autor con los recursos visuales que permite la tipografía no fue comprendido por los impresores chapines y el resultado fue decepcionante para decir lo menos. Pero a pesar de eso, la novela tiene lectores tan fieles que cuando me la comentan —tantos años después de publicada por primera vez— me conmueven hasta muy adentro. Esto me hizo desear siempre una edición digna de la naturaleza formalmente festiva de la novela. Y, ahora, Praxis ha hecho realidad ese sueño. Muy pronto veremos el libro publicado. Por el momento está aprisionado en una computadora, pero ya no tardan esos demonios sesenteros en volver a tomar la ciudad por asalto.

Estoy seguro de que la portada sorprenderá a mis compañeros de promoción del English American School, en especial a los que aparecen en ella cuando tenían 17 años. Espero contar con su presencia para la presentación del libro, así como lo hicieron cuando salió la segunda edición, en una ocasión memorable en la que el MUSAC se llenó a tope y mucha gente presenció todo de pie, en los pasillos del gran recinto universitario. No sé en dónde haremos la presentación esta vez, pero eso es lo de menos.

Buena parte del grupo de amigos que aparecen en la novela ya no están entre nosotros. Permanece la mayoría de los compañeros del colegio, con quienes convivimos a lo largo de la primaria y la secundaria. En la novela no aparecen todos los que son, sólo algunos. Pero eso no le quita al libro su tinte generacional, que es con lo que todos los sesenteros que lo han leído se identifican.

Este libro es el único que me faltaba por volver a publicar para que todos los que he escrito estuvieran a disposición de los lectores en mi país. Y allí estará, a la mano, muy pronto. Me he adelantado en dar la noticia porque quería compartir mi alegría desde estos muros atestados de libros y pinturas de mi querida Editorial Praxis.

 

Mario Roberto Morales
Últimas entradas de Mario Roberto Morales (ver todo)