Américo Cifuentes Rivas
A continuación presentamos tres textos extraídos del libro Memorias de mi generación. URD-FUR: recuperación de su legado, de Américo Cifuentes Rivas, publicado en 2015 por la Universidad de San Carlos de Guatemala y la Dirección General de Investigación.
URD y el 13 de noviembre
Un día de aquella primavera de 1962, Manuel Colom se comunicó conmigo, diciendo que teníamos una reunión con los comandantes guerrilleros y que por ser mi casa tranquila en aquella poca (la colonia Utatlán I), me solicitó que esta reunión se desarrollara en mi casa. Conociendo el riesgo accedí y se hizo la cita para las nueve de la mañana.
En esta reunión participaron por la comandancia guerrillera: Luis Turcios Lima, Marco Antonio Yon Sosa, Luis Trejo y el coronel Augusto Vicente Loarca (muy poco mencionado en la historia de la guerrilla); todos ellos fueron trasladados en vehículo hacia mi casa de habitación por Julio César Macías (alias César Montes), en el actual ámbito periodístico «Mochila al hombro»; y por parte de URD, participaron: Pancho Villagrán, Meme Colom, Fito Mijangos López y yo.
En esa primavera, ya en pleno desarrollo la acción guerrillera, se acordó un diálogo directo entre los líderes militares que comandaban esa lucha. El objetivo de ese histórico encuentro era el de conocer, debatir y decidir la propuesta de los comandantes rebeldes para que la organización política URD, encabezada por sus directivos se incorporara a la actividad armada.
Conviene establecer la diferencia de rutas del movimiento armado insurgente con respecto a la lucha popular, política y civil de organizaciones ciudadanas. Por un lado, las Fuerzas Armadas Rebeldes –FAR– fueron lideradas por militares que se rebelaron contra el gobierno del general Idígoras Fuentes; quienes contaban con preparación y entrenamiento militar. Por nuestro lado, nuestra organización era liderada por profesionales egresados de la USAC y de otros dirigentes: sindicales, magisteriales, estudiantiles y campesinos.
Después de un debate de más de cinco horas, la respuesta de los líderes civiles y profesionales universitarios de URD, fue que no considerábamos viable el camino de la revolución armada para resolver los problemas nacionales, que los componentes de URD se encaminarían por las vías institucionales, jurídicas y cívicas para llegar al poder. Con el objetivo principal de asegurar la organización de la sociedad y generar la creación de un gran movimiento de masas sin el derramamiento de sangre de ningún guatemalteco, librando una lucha en la academia, en los medios y en las calles, lo que se consiguió con el FUR en los años setentas; sin embargo, fue la sangre de nuestros dirigentes y pueblo desarmado, no combatiente, la que se derramó al final de cuentas.
La despedida de los dos grupos, conformados por nosotros los civiles y los comandantes fue muy emotiva, con un abrazo y bajo la consigna de que algún día nos encontraríamos en el camino de la patria para dirigir a nuestro pueblo por la vía de la paz, la democracia, el progreso y la justicia.
Julio César Méndez Montenegro
El PR sufrió un colapso fatal a la muerte violenta de su creador y director Mario Méndez Montenegro a finales de 1965. A partir de ese momento surgió un fuerte movimiento favorable al entonces talentoso y prestigioso profesor universitario, posible candidato ganador para la Rectoría de la USAC, el licenciado Julio César Méndez Montenegro (hermano del fallecido Mario Méndez). Los sectores y círculos progresistas de trabajadores, profesionales y estudiantes generaron para sí un profundo entusiasmo y esperanza en esta figura sorpresiva. Al extremo de que los equipos de URD, se interesaron en establecer contacto con el futuro candidato triunfador.
En 1965, dentro del proceso electoral de esa época, un grupo de compañeros de URD, encabezados por Adolfo Mijangos y Manuel Colom, Alfredo Balsells Tojo y Miguel Ángel Andrino fuimos a la casa de habitación de Méndez Montenegro en la zona central de la capital; después de unos minutos de espera, entró a la sala «el hombre» (como se denominaba a un futuro líder de partido). Después del amigable saludo de rigor al maestro de generaciones de abogados en la USAC, Fito y otros le expusieron las razones de la visita, que consistía en señalar la disposición de las nuevas generaciones de colaborar con el proyecto encabezado por él, siempre que las líneas de dicho proyecto fueran coherentes y realistas con las demandas populares y los planteamientos que nos había dejado la Revolución de Octubre. La respuesta del candidato fue contundente: «Ustedes no tienen otra alternativa que votar por mí y de adherirse o incorporarse al PR». Allí terminó la visita.
En pocas horas, cambió la imagen que teníamos las juventudes universitarias de un líder que forjó generaciones y que tuvo la oportunidad de salvar y recuperar la Revolución de Octubre, que dignificó la vida de nuestros compañeros abatidos en abril de 1962. Aquella respuesta nos causó amarga sorpresa, el nuevo comportamiento de Julio César, el que antes era el amigo, el maestro, el compañero y también el bohemio, huelguero y poeta que compartía con muchos profesionales y mucha gente en un recordado bar de la 18 calle y 7ª avenida de la zona 1, llamado Las Democracias, donde había un cuartito con una mesa que casi era propiedad del bohemio que nos defraudó con su egolatría.
A partir de estos hechos ya no se dio ningún otro encuentro oficial entre el presidente Méndez Montenegro y el grupo de URD.
IX Asamblea Nacional de Municipalidades. Huehuetenango
Una de las primeras acciones a mi cargo en la ANAM, consistió en realizar las reuniones de la Comisión Organizadora de la IX Asamblea de la ANAM, integrada por: Manuel Colom Argueta (presidente), Carlos Galicia Calderón, alcalde de Huehuetenango (vicepresidente), Rodolfo de León Molina, Homero Jerez Mexicanos, Jorge Rosales Salazar y mi persona (vocales).
El principal objetivo de la IX Asamblea era: la revisión del movimiento municipalista y la evaluación del trabajo de la ANAM, el gobierno municipal y su fortaleza democrática, el papel de los gobiernos locales en el desarrollo agrario y urbano del país; y, el fortalecimiento municipal a través del desarrollo regional del país.
En una de las sesiones de la Comisión Organizadora, le informé a Meme que el ballet folklórico de Guatemala, cuya directora era la arquitecta Julia Vela; acto que por primera vez, lo verían dirigentes municipales del país en un escenario natural de la cultura maya, y que al final resultó un punto relevante dentro del evento.
El libro lo puedes adquirir en: https://tienda.sophosenlinea.com/libro/memorias-de-mi-generacion_218569
Fuente: [https://gazeta.gt/memorias-de-mi-generacion-de-americo-cifuentes-rivas/]
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