Narrativa y Ensayo reproduce los primeros párrafos del libro Lenguas viperinas, de Carlos López.
Bien merecido estaría que Homero fuera expulsado de
los certámenes y apaleado, y Arquíloco lo mismo.
Heráclito
Cuando se reunían los primeros recolectores y cazadores del mundo al finalizar el día y alguien contaba lo que le había pasado durante la jornada, quienes lo oían sentían envidia por su astucia verbal o por la cosas que sólo a él le sucedían. Entonces empezaron a murmurar y a echar habladas: que era un mentiroso; que lo que contaba sólo estaba en su imaginación; que todos eran capaces de contar las mentiras que él relataba, pero que no lo hacían porque tenían pudor, no como él, que era puro cuento.
La gente es bien novelera, le encantan las historias, el chisme, el argüende. Por eso nunca morirá la literatura, porque se puede estar acabando el mundo, pero no las historias que se crearán alrededor del fin y que hallará impresas el ser renacido en algún lugar o que inventará de nuevo, pues ése es el papel de la gente, inventar.
La actividad humana de echar veneno se da en todos los frentes sin piedad. En las siguientes páginas se documenta lo que los escritores han dicho de sus pares, no siempre sobre su obra literaria. No se discrimina el género a la hora de los insultos. La crítica mordaz de los escritores adquiere relevancia por quién, cómo y sobre quién la enuncia, a veces de manera procaz; otras sarcástica, humorística. Ninguna obra anónima ha sido criticada hasta ahora con la vehemencia que se destaza la obra firmada con un nombre; tampoco las obras menores. Pareciera que la forma de saber si un libro vale la pena es el número de envidiosos que atacan a su autor y que la obra pasa a segundo plano, aunque es el origen del encono.
La mayoría de las veces, las críticas ácidas se realizan en la penumbra, en pequeños círculos. Pero no se escriben. Entre los literatos se elogian unos a otros en los medios y en las mesas redondas. Nadie tiene el valor de manifestar de frente su verdadero sentir sobre la obra de un autor. Los elogios mutuos tienen que ver con los favores recíprocos que entre ellos se harán a la hora de premiarse, de becarse, de dictaminar obra para publicar en una editorial. También tiene que ver con fervores sexuales.
Detras de los ataques entre escritores hay ambiciones, ansias de inmortalidad. Lo que mueve a las lenguas viperinas es la inquina y casi siempre el descalificado es mejor que el que descalifica, por eso éste lo hace con furia, producto de su mala leche, de su antipatía egocéntrica, de la lucha ideológica, de la posición política. La frustración, la magra economía o el riesgo de perder algunas monedas, las becas, las manutenciones estatales, los premios, los aplausos, la impotencia creativa, el poder, el autoendiosamiento, la arrogancia, entre otras, son causas de vituperio.
En la presente recopilación, lo extraliterario se impone sobre la calidad del trabajo del criticado; hay ausencia de análisis literario, de lectura desapasionada, objetiva -hasta donde sea posible esto-; existe, al contrario, interpretación tendenciosa; no hay asomo de imparcialidad, de búsqueda estética, de disfrutar la lectura. Si la escritura no es capaz de realizarse sin tintes políticos o sin un posicionamiento ideológico ante el mundo, la lectura menos.
Carlos López, Lenguas viperinas, Editorial Praxis. Ciudad de México, 2023.
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