Ayúdanos a compartir

Intragable ensalada de “celebridades” propuestas como ejemplos modélicos.

En las páginas 12 y 13 del número 178 (agosto del 2012) de un bodrio de revista guatemalteca llamada Industria y negocios, aparece un artículo titulado “Orgullosos de ser guatemaltecos”, en el que se establece un elenco de “celebridades” de este insignificante país, en calidad de galería de modelos de conducta. La inculta oligarquía genocida es la que financia esta publicación, misma que al pie de su directorio indica puerilmente que “El contenido de Industria y negocios no necesariamente representa la opinión de la Cámara de Industria de Guatemala; algunos artículos son responsabilidad de sus autores.” ¿Sólo algunos? Y si la revista no representa el criterio de la Cámara oligárquica que menciona, ¿por qué la innecesaria aclaración?

Como dije, en el artículo aludido se listan algunos guatemaltecos que la publicación propone como ejemplos de orgullo nacional, según el criterio de “éxito” que es propio de los mercaderes, y acatando sin más la cobertura mediática que estos personajes reciben. Así, además de consignar en su lista a empresas como Cervecería Centroamericana, Cementos Progreso y Embotelladora La Mariposa, que son expresión inequívoca de la oligarquía monopolista mencionada, incluyen también a una empresa que permanece sola desde hace muchísimas décadas: Panadería Las Victorias. Igualmente, junto a los pobres deportistas que a pesar de no haber contado con apoyo oficial ni privado destacaron en recientes justas internacionales, citan a los deportistas de la élite oligárquica o de sus anillos de servicios que igualmente han obtenido pequeños triunfos en competencias en el extranjero. Esta juntura pretende expresar un patriotismo supraclasista y “democrático”, aunque restringido, como dijimos, a la cobertura mediática y al criterio de “éxito” de los mercachifles.

Luego, el listado se pone “histórico” y “serio”, porque habla de los dos burgueses que inventaron el café soluble, junto al pobre deportista Mateo Flores –despojado de su apellido indígena Guamuch (que iba antes del Flores) por pura vergüenza ajena de honda raigambre criolla-oligárquica. Se habla acto seguido del altruista inventor de la Incaparina (un reconstituyen en polvo), de un caritativo cardiólogo de la élite y de un especialista en computación, e inmediatamente se procede a licuarlos nada menos que con los escritores Augusto Monterroso (al que se hace valer literariamente por haber escrito el cuento más corto del mundo, lo cual equivaldría a medir la masculinidad de un hombre por tener el pene más largo del planeta) y a Miguel Ángel Asturias (a quien se exalta no por haber ganado el Nobel de literatura, sino por haberlo obtenido mucho antes que Octavio Paz y que García Márquez, como si se tratara de una carrera de cien metros planos).

La lista sigue con Ricardo Arjona, quien de sobra merece la distinción, sobre todo por ser un exitoso agente de la Pepsi y del patrioterismo oligárquico ecualizador de las diferencias de clase; con Jaime Viñals, con Rigoberta Menchú –de quien la revista dice que ganó “el segundo Premio Nobel (de la Paz)”–; sigue con Rodolfo Robles, quien estableció el conocimiento científico de la oncocercósis. Y finaliza con Carlos Peña, de quien el pasquín afirma que “ganó el Latin American Idol (sic), en 2007”.

Esta intragable ensalada de “celebridades” es propuesta como galería de ídolos en los cuales la chapinada debe verse reflejada y derivar de ello “orgullo de ser guatemalteca”.

Se les olvida a los editores de este sancocho de revista –a todo color, en papel brillante y con un diseño gráfico estridente que arrincona el texto escrito, ideal para antesala de dentista–, que Monterroso y Asturias eran (en el léxico oligárquico) “co-mu-nis-tas” y que la Menchú es –en la jerga de la canalla derechista (que es la fuerza de choque de quienes escriben y hacen esta publicación) nada menos que “terrorista”, como lo es también la actual Fiscal General, misma que no figura en este elenco de estrellas a pesar de que la súper neoliberal revista Forbes acaba de declararla una de las mujeres con más poder y que con más eficacia y prontitud está contribuyendo a la democratización de su país. Y no figura porque Forbes dice que lo hace erradicando la impunidad bajo la que actúan el Ejército, la oligarquía y sus grupos paralelos.

Así “hace patria” la inculta y torpe élite que celebra el asesinato en masa de campesinos que protestan por el despojo de tierras y la contaminación de su hábitat por la industria minera (nuevo rubro de acumulación oligárquica). Así se apropia de lo que no le pertenece, como de Monterroso y Asturias, quienes lucharon contra ella. Y lo hace porque en este país no existe una fuerza ideológica ni política que honre y haga suyas las ideas y el ejemplo de sus luchadores vivos y muertos.

Guatemala, 7 de noviembre del 2012.

 

Mario Roberto Morales
Últimas entradas de Mario Roberto Morales (ver todo)