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Sobreviviendo desde la individualidad

En este país se sufre en conjunto pero desde la individualidad.

María Aguilar

La semana pasada mencioné que es imposible no señalar la responsabilidad histórica de la elite económica en la situación de desigualdad, pobreza y exclusión que afectan al país, y cuyos datos quedan detallados en el último Informe de Desarrollo Humano. A esto hay que agregar la imparable corrosión  y  el fracaso del sector político concentrado en el Estado “democrático”, que no ha hecho más que favorecer la impunidad y vivir de la corrupción.

No sé si existan pero urgen estrategias y planes de socialización del Informe –que vayan más allá de presentarlo en un hotel de cinco estrellas con los invitados de siempre– dado que  los datos aportan a entender la estructura histórica de la desigualdad pero sobre todo motivan a repensar la noción de “conflictividad” no como algo exclusivamente rural e indígena sino entender el concepto como el acto de sobrevivencia diaria en Guatemala. Dado que ya no es sostenible que el uno por ciento del país continúe incrementando sus ganancias desmedidamente mientras el 70 por ciento de la población trabaja en la informalidad.  Esta desigualdad se expresa a diario en la violencia que afecta  al país pero sobre todo en las áreas urbanas. La conflictividad no es “cosa de indios”, ni sinónimo de luchas por derechos, recursos naturales o defensa de territorio. La conflictividad significa que la democracia desde hace 20 años impulsa procesos de privatización y que desde hace diez años estancó la salud  y los ingresos de la población.

La necesidad de la socialización de los datos es urgente  ante la despolitización de las grandes mayorías del país, para que esta información sirva como herramienta que  infunda  rabia y deseos de cambio en los sectores urbanos, rurales, indígenas y mestizos pobres del país. También para que la menguada clase media se dé cuenta que tiene más en común con las mayorías pobres del país y no con la cerrada elite, y que si desea sobrevivir, le conviene apoyar cambios estructurales.

En este país se sufre en conjunto pero desde la individualidad. Y es ese individualismo el que ha permitido el aumento del clientelismo, al mismo tiempo que está evitando una organización sólida y consciente.

Fuente: [www.elperiodico.com.gt]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

María Aguilar Velásquez
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