Primer centro educativo libre de caries dental
Dice un proverbio escocés que “una sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz”.
Marcela Gereda
Allá en la aldea La Ginebra, en Santa Rosa, recuerdo a Mynor, un niño de 12 años que cada vez que se reía se tapaba la boca. Al preguntarle a su mamá, Doña Chila, por qué Mynor se tapaba la boca, ella dijo: “le da vergüenza tener todos los dientes picados”.
Dice un proverbio escocés que “una sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz”. Y ello podría ser cierto en un medio en el que la enfermedad y la pobreza no se atraviesan.
Pero aquí, no solo se atraviesan, sino van juntas. Es en las áreas rurales y periferias urbanas en donde hay más incidencia de enfermedad y ausencia de salud. Y es entonces ahí también donde cada vez hay más niños sin dientes o lesionados por la caries dental.
Según la Organización Mundial de la Salud, la caries dental es una enfermedad de prevalencia mundial, siendo esta la causante de la pérdida de dientes. La pérdida total de la dentadura es un fenómeno bastante generalizado. Para la OMS, la causa principal de las caries dentales es la alta ingesta de azúcar en la dieta. Influyen otros factores como desnutrición infantil, la higiene, el nivel de vida, la educación, y la pobreza.
Un amigo dentista experto en salud pública del país, hace la reflexión que la sonrisa del guatemalteco es una sonrisa sin dientes. A la fecha en el país se necesitan ciento dos millones de rellenos dentales. Solamente el 25 por ciento de los guatemaltecos tiene acceso al cepillo y crema dental.
Diversos estudios señalan que en Guatemala el 97 por ciento de escolares presentan lesiones de caries en sus dientes. Según los datos de la OPS, entre los países latinoamericanos, después de la Isla Caribeña Santa Lucía, somos el segundo país con más prevalencia e incidencia de caries dental de la región.
Desde este mismo espacio hemos venido advirtiendo a la población sobre los efectos del azúcar en la salud, ahora quisiéramos enfocarnos en las acciones saludables de las que se pueden aprender importantes lecciones.
El pasado 12 de octubre el decano de la Facultad de Odontología de la Usac, doctor Guillermo Barreda, certificó a la escuela “Santa María de Guadalupe” en Escuintla, como el “primer centro educativo libre de caries dental en Centroamérica”.
Esta escuela fue evaluada por los doctores Ernesto Villagrán, Edgar Sánchez, Norman Aquino y Juan Fernando Guerrero, quienes encontraron que no hay caries dental, ni piezas dentales indicadas para extracción y que todos los escolares desde preprimaria, primaria y básicos estaban con todas sus obturaciones concluidas.
¿Qué significa esto para una población como la nuestra? Implica el control y cuidado de la salud oral y la ausencia de lesiones dentales por caries o extracción de los dientes por la misma razón.
Para alcanzar esta meta de salud fundamental para la población escolar se articularon: el Programa de Ejercicio Profesional Supervisado (EPS) de la Facultad de Odontología de la Usac, la Fundación Pantaleón, los programas salubristas de dicha empresa y Colgate-Palmolive.
Para ello fue imprescindible el apoyo de la directora del Centro Educativo; licenciada Orlenada Menchú, promotora de acciones preventivas para la salud bucal: educación-motivación, cepillado diario de todos los escolares, auto-aplicaciones semanales de flúor, controles semanales y quincenales de placa dento-bacteriana y concursos de “la boca más sana”.
Este programa piloto muestra que a través de un mecanismo controlado, guiado y regulado en los escolares también se puede lograr una dieta que incluye “lonchera saludable”, y “tienda escolar saludable”. La EPS 2016 de la Facultad de Odontología de la Usac, Pilar Urízar, desarrolló un programa significativo de atención preventiva y curativa para alcanzar la meta.
Vemos cómo la articulación académica-pública-privada es un reto para el sistema salubrista, una necesidad cada vez más grande de fortalecimiento del sistema público y de la responsabilidad empresarial. Esta lección concretizada en Escuintla debe tener un efecto multiplicador en el país.
Para ello la sección odontológica del Ministerio de Salud debe poner en práctica programas masivos de atención preventiva y ofrecer apoyo técnico para el fortalecimiento del precario sistema de atención odontológica.
“Reír es el lenguaje del alma” decía Neruda. Y para sonreír y masticar libremente, es fundamental instaurar políticas de salud comunitarias y bucodentales que permitan avanzar hacia un control eficaz de los riesgos en la población infantil, sobre todo en los más vulnerables y desfavorecidos.
Este programa piloto muestra que a través de un mecanismo controlado, guiado y regulado en los escolares también se puede lograr una dieta que incluye “lonchera saludable”, y “tienda escolar saludable”.
Fuente: [www.elperiodico.com.gt]
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