Los libros dentro de los libros
Edgar Celada
Desde mañana, y durante diez días, estamos invitados a la Filgua 2016. Llegaremos a ella sin horario ni cita previa, cada quien por su propio pie, atraídos por la esperanza de encontrar los libros que buscamos, deseosos de encontrar los que, sin buscarlos, han de atraparnos.
Buscaremos a nuestros autores de cabecera, haremos inventario de novedades y nos sumergiremos en las rarezas ofrecidas por algún puesto de libros usados.
Lectores empedernidos, asiduos y ocasionales, caminaremos kilómetros, de ida y vuelta, por el salón de exposiciones. Encontraremos a las y los amigos que, una vez al año, saludamos en los pasillos. Unos con los morrales llenos y otros, la mayoría porque no ha llegado el Bono 14, haciendo como el chino: “solo milá”.
Desde hace ya varios días hay ambiente de feria. En Facebook, por ejemplo, José Cal publicó la semana pasada la foto de portada de una novedad: Atemorizar la tierra. Pedro de Alvarado y la conquista de Guatemala. 1520-1541. de W. George Lovell, Christopher H. Lutz y Wendy Kramer, publicada por F&G editores.
Y a los amantes de la novela negra y de la historia novelada, los organizadores de la Filgua 2016 nos agasajan con la presencia de Paco Ignacio Taibo II. A él debemos esta afirmación aplicable a La Feria: “Cuando nada se busca es cuando todo se encuentra” (Retornamos como sombras. Barcelona, 2002. Ediciones Destino).
Pero hay libros que ni los más acuciosos bibliómanos podrán encontrar en La Feria, aunque estén allí, seguro, en los anaqueles y góndolas. Son los libros dentro de los libros, aquellos referidos pero pendientes de escribir porque existen como idea, intención o sugerencia de autores que los citan en sus propias obras.
Tal es el caso, por ejemplo, de Memorias para un futuro incierto, a cuya escritura se dedica la abuela Cané, personificación de la sabiduría ancestral en la “novelita futurista” (sic) Tikal Futura, de Franz Galich (Guatemala, 2012. F&G editores). O el ya varias veces citado en este espacio Manual para vivir con la derrota, para cuya escritura recopiló suficiente material Gabriel, el narrador-personaje central de Fiticón, la novela más reciente de Gerardo Guinea Diez (Guatemala, 2016. Magna Terra Centroamérica).
Las Memorias… y el Manual… además de ser libros dentro de los libros, tienen en común el signo de la lamentación por lo que, socialmente hablando, pudo haber sido y no fue. Son textos para ir, como diría Franz Galich en voz de la abuela Cané, “recordando el futuro, tratando de ver el pasado para saber entender el presente”.
Buscar en La Feria libros que solo existen como referencia imaginaria parecerá ocioso, pero no lo es invitarnos a repensar nuestro pasado reciente como una “re-vuelta”, en los términos de Fiticón: en el sentido de volver a los orígenes.
Aún hoy, después de las jornadas de indignación social y un semestre de payasiato, vale rescatar la sentencia de Matías, otro de los personajes de Guinea Diez: “en la vida no existen victorias ni derrotas definitivas”.
Fuente: [http://www.s21.gt/2016/07/los-libros-los-libros/]
Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
- En el lado justo de la historia - 20 agosto, 2024
- Guillermo Paz Cárcamo, fusión fecunda de militancia y academia - 20 junio, 2021
- Revisionismo literario de la guerra civil - 6 junio, 2021
Comentarios recientes