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Cambiando Guatemala a través de la moda

Los prejuicios y los estereotipos, como ramificaciones del racismo estructural, crean crasos paternalismos que humillan, oprimen y reproducen jerarquías de poder.

Irmalicia Velásquez Nimatuj

Una de las aristas del racismo estructural son los prejuicios que son opiniones individuales o colectivas sobre personas, comunidades, pueblos o colectivos, que se asumen como reales pero que se sostienen en un pantano de ambigüedades y desconocimiento. Por eso, la reproducción de prejuicios por quienes tienen el poder económico y político fortalecido por la blancura, son peligrosos porque ofenden o condenan la cultura, espiritualidad, cosmovisión, historia o desafíos que enfrentan las y los “otros”.

Los prejuicios no están basados en evidencias –que permiten estudios o investigaciones críticas o soportes históricos– pero son poderosas opiniones que se reproducen nada menos que en el ámbito familiar, en la escuela, iglesia, arte, medios de comunicación, espacios de distracción entre otros. El problema con los prejuicios es que crean estereotipos, que son imágenes estructuradas, construidas lentamente pero que terminan siendo aceptadas como verdades o como representativas de personas o pueblos.

Los estereotipos tienen el poder de construir la condición que se desea que tengan los “otros”, los que supuestamente carecen de poder, y que se conviertan en opiniones inamovibles para que se transmitan con fuerza de una a otra generación con el objetivo de controlar imaginarios nacionales y fortalecer la ideología dominante. Pero además, para crear un sistema de dependencia que les facilite a las elites blancas seguir imponiendo los hitos de la moda, la vanguardia en belleza, arte o en cualquier otro espacio. Y terminan asumiéndose como los salvadores o los que “van a cambiar Guatemala a través de la moda”, usando el cuerpo de esos otros u otras infelices que de no ser por ellos no tendrían espacio para ser vistos o reconocidos”. Son esas, “benévolas elites” las que se consideran que dan visibilidad a quienes carecen de belleza propia.

Los prejuicios y los estereotipos, como ramificaciones del racismo estructural, crean crasos paternalismos que humillan, oprimen y reproducen jerarquías de poder, en un entramado de opresiones de clase, raza, género o ubicación que en Guatemala son parte de la realidad y que evidencian la pobreza intelectual de las elites blancas que creen que viven en la época colonial. Un ejemplo concreto es el reciente número de la revista Look Magazine.

Fuente: [www.elperiodico.com.gt]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Irma Alicia Velásquez Nimatuj