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A remozar una clase política corrupta

Danilo Santos
desantos.salazar@gmail.com

Nuestra indolencia colectiva nos condena a la violencia; cada boca sin alimento, cada niño sin educación, cada mujer abusada, cada muerte cotidiana (responda a la estadística que responda), cada acción perversa contra otro guatemalteco, nos construye el futuro. No podemos esperar paz y concordia si todos los días sembramos injusticia e indiferencia.

Nuestro pensamiento y comportamiento convergente nos conduce como sociedad a remozar una clase política corrupta, gobiernos intrascendentes y un sector privado ultra conservador. Espabilar a todo el espectro ideológico es impostergable. Si no intervenimos en la vida política de nuestro país para construir paz y prosperidad, tendremos lo que hasta ahora, violencia y latrocinio.

Los problemas que tenemos no se resolverán de manera total y única, con una sola orden o acción, eso solo pasa en las dictaduras; se necesita de multiplicidad de frentes para atacarlos, tiempo, inversión, consistencia: ¿A cuántos hay que matar para que la pena de muerte sea efectiva, en cuánto tiempo?

La pena de muerte nos la hemos aplicado desde el momento en que como sociedad toleramos que los niños trabajen en lugar de ir a la escuela. Nos condenamos a muerte los unos a los otros cuando resolvemos hasta la más simple de las desavenencias con violencia. La muerte la abonamos cuando somos racistas y carecemos de empatía con el grueso de mujeres y niños indígenas condenados a la desnutrición y la sobrevivencia. Muerte es lo que cosechamos cuando nuestro modelo de desarrollo se basa en mano de obra barata que esquilmamos hasta el límite mismo de lo humano.

Un verdadero estadista, José Mujica dijo: …»No vivo para cobrar cuentas o reverberar recuerdos, me angustia y de qué manera, el porvenir que no veré y por el que me comprometo. Sí, es posible un mundo con una humanidad mejor, pero tal vez hoy la primera tarea sea salvar la vida». La vida de los nuestros la protegemos cuando como sociedad y Estado, velamos en principio por la vida digna de todos. La armonía y la paz social llegarán cuando erradiquemos la pobreza y la marginación, cuando cotidianamente inculquemos en todos los espacios de socialización el rechazo a la violencia.

José Mujica dijo: …»No vivo para cobrar cuentas o reverberar recuerdos, me angustia y de qué manera, el porvenir que no veré y por el que me comprometo. Sí, es posible un mundo con una humanidad mejor, pero tal vez hoy la primera tarea sea salvar la vida».

Fuente: Siglo21 [http://www.s21.com.gt/itaca/2016/03/18/remozar-una-clase-politica-corrupta]

Danilo Santos Salazar