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Luis Cardoza y Aragón

¿Anhelo el martirio de lo eterno
Anhelo ese castigo
Sabiendo que la eternidad a nada sabe
Sabiendo que lo eterno es pústula de horror
Donde cesó el goce de la metamorfosis
Donde no hay sueño y todo es realidad
Donde no haya azar ni hay amor?
Yo no quiero ser bíblico
Yo quiero mis sandalias viejas, quiero
Mi cayado apagado, mis ovejas.

Santa simplicidad
Mi felicidad a dos
Mi anonimato

Luna de avena y aceituna
Mis dátiles mi sed mis cicatrices
Los duraznos y el vino
Y mi gato y el mito.

Yo no quiero la lívida añagaza del germano
Cansado estaba del descando eterno
Quiero que me devuelvan mi esqueleto
Mi carne quiero con sus furias
Mis espigas
Mi mierda
Mis lujurias
Mis enigmas
Mis Santas Escrituras
Mis bodas con las cosas

Yo quiero mi conciencia individual
Quiero ser yo y no perder en otros
Mis estrellas ni mi dolor de muelas
Las mismas aguas vivas de la vida
Ser pastor de mis risas de manzana
De mis nubes dormidas como témpanos ápteros
Una mujer me sueña así ya existo
Soy el más alto porque amo la vida
Que exprimo en mis lagares
Harto de metafísicas sabemos
Bien que nada sabemos
Entre tanto amemos
Pastora mía mi alma
Feliz como un cienpiés con alas en los pies
Un día más ansía cada día mi vida.

Fragmento del poema Lázaro, de Luis Cardoza y Aragón.
Publicado por Editorial ERA