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Generar conciencia y conocimiento es una responsabilidad ética.

Marcela Gereda

Si hacemos el ejercicio de cerrar nuestros ojos buscando imaginarnos a nosotros mismos ¿qué vemos?, luego buscamos hacer ese mismo ejercicio imaginando al ambiente y a la tierra ¿qué vemos?, ¿nos imaginamos a nosotros mismos separados del ambiente?

Se nos ha enseñado que somos seres separados de la Tierra y esto es falso. Hoy la ciencia nos demuestra que (al igual que plantas, animales, rocas, etcétera) estamos hechos de los mismos elementos químicos de la tierra. Somos 65 por ciento oxígeno.

También los textos sagrados hablan de que somos tierra. La Biblia dice: Dios nos instruye a “cultivar y cuidar” de la creación (Génesis 2:15).

El papa Francisco en la encíclica Laudato advierte: Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (Gn 2:7). Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla y explotarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.

El budismo a su vez afirma que las personas somos inseparables de la naturaleza. Que todos somos un solo ente. El Dalái Lama indica: “Debemos desarrollar una sensación de responsabilidad universal”.

Con urgencia el papa Francisco nos llama a cambiar nuestros estilos de vida dado que los mismos son insostenibles para el planeta. “Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domiciliarios y comerciales, altamente tóxicos y radioactivos. La Tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”. “Porque todas las criaturas estamos conectadas, cada una debe ser valorada con afecto y admiración, y todos los seres nos necesitamos unos a otros”. Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios”. (Papa Francisco)

El jueves pasado (22 de abril) celebramos el Día de la Tierra, recordamos que amar y cuidar la tierra es muchas cosas, entre ellas, reducir nuestro consumo de plásticos, cada vez que compramos algo estamos haciendo un voto a favor o en contra de un sistema de producción, reducir nuestro consumo y nuestros desechos no solo es una modo, sino una responsabilidad humana.

Cada año 8 millones de toneladas de plástico entran al mar. En este siglo hemos producido más plástico que el siglo pasado, ello está destruyendo especies y alternando nuestros ecosistemas y nuestra salud. Nuestra salud y la del planeta son la misma.

Generar conciencia y conocimiento es una responsabilidad ética. Es cierto que no podemos cambiar el mundo, pero sí el pedacito que nos toca. Dice Dalái Lama: “Si crees que eres muy pequeño para transformar el mundo intenta dormir con un zancudo en tu habitación”.

Cada año 8 millones de toneladas de plástico entran al mar. En este siglo hemos producido más plástico que el siglo pasado, ello está destruyendo especies y alternando nuestros ecosistemas y nuestra salud. Nuestra salud y la del planeta son la misma.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2021/04/26/laudato-somos-tierra/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes

Marcela Gereda
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