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***The Power of The Rose***

Guapa te vi pasar…

Y sin proponérmelo mis pasos

se fueron tras de ti,

mas en un abrir y cerrar

de ojos te perdí…

Mi corazón se quedó suspirando

con el pecho fatigado y las

ansias revoloteando…

Al día siguiente me quedé escondido

en la esquina esperando,

pasaron los minutos, pasaron las horas

y tú nunca apareciste…

Con un dejo de desilusión el cerebro

le pidió al corazón que renunciase

y por un momento se pusieron de acuerdo.

Pero el acuerdo duró tan poco porque

al anochecer lo sorprendí preguntándole

a las estrellas por tu paradero…

Al día siguiente lo mismo…

Mas tres días después con las

ilusiones claudicadas,

con las ansias desesperadas

otra vez de vi…

Y esta vez me trasforme en campeón

de carreras y te seguí,

luego de abrirme paso entre la gente,

de casi ser arrollado por un vehículo

y orinado por un perro, te alcance.

Quise cortésmente entablar conversación

pero sin, más ni más, me dejaste atragantándome

con las palabras y baboseando mil excusas

y seguiste tu camino dejando tu perfume en el aire.

Lo intente, una vez y otra vez con el mismo

resultado que esta tuve temor de que llamaras

a la policía y mis esperanzas las guardaran en la sombra.

Más de una vez pensé en renunciar,

como se renuncia a volver a ser niño…

Como se renuncia a las estrellas que por

mas que brincas no puedes alcanzar.

Pero tu perfume…

Pero tu mirada…

Pero esos forma tan experta de andar

le gritaban a mi corazón ¡No debes renunciar!.

Sé que has de pensar que soy un loco

o peor a un, un acosador sexual…

Y sé que lo que menos imaginas es que

ese loco que corre tras de ti

del cual has decidido hasta ignorar el nombre,

como un niño se enamoró de ti…

Un amigo me dice: ¡Vos sí que sos necio!

Pues ella te mira como un perro con desprecio

y vos seguís tras ella como si fuera la única

mujer en este mundo.

Y calla mi boca la razón…

Ya que mi cabeza no encuentra explicación,

ante la insistencia de este terco corazón.

Alguien que como nudo testigo,

más de una vez me observo, me dijo:

No hay mujer que por lo menos no de

las gracias cuando recibe una flor…

Era la mujer que vendía flores en la

estación del autobús…

Al principio pensé que me lo dijo solo

por vender…

Más el corazón me replico ¡Recuerda

que ella es mujer!…

Y así al verte venir tome un ramito de

tres rozas y presuroso se lo pague

pegando la carrera tras de ti…

A partir de ese día nuestra historia

Comenzó…

Quien me iba a decir que la insistencia

sin un poco de imaginación es como

humo que se escapa.

Por eso hoy cada beso lo celebro

regalándote una flor…

Hoy en cada entrega siento el

aroma de la rosa más hermosa

que es el aroma de tu amor.

Autor: Oxwell Lbu