Javier Payeras
Te hablo porque estás solo. Te escribo porque estás sola. Intentas llegar a la mañana siguiente, pero tu cabeza se mueve como un péndulo.
Necesitas alguien cerca pero todo el mundo se va alejando. Creces, no existe nadie alrededor, creces: lo sabes porque te sientes solo, lo sabes porque te sientes sola.
Ya es hora de soltar. Ahora te sientes fuerte. Remites a las cosas que dijiste y a las que pensaste y a las cosas que te hiciste hacer. Tal parece que aquello es como una larga fila de fotografías pegadas al fondo de un río cristalino.
Las fotografías se van borrando. Creces, no existe historia alrededor, creces: lo sabes porque te sientes sin suelo debajo.
Caminas por una calle que es tuya y trae recuerdos vagos: alegría, vergüenza, despedidas, encuentros…
Te diste cuenta de que el Ángel Exterminador que siempre madruga en Guatemala no ha tocado a tu hombro, quizá pasa a tu lado sin que te des cuenta, quizá se ha llevado a gente invaluable para ti.
Esta calle la llevas encima, como llevas este país, como llevas este mundo. Sientes su peso en tu espalda. Creces, lo sabes porque llevas algo sobre tus hombros.
Tu cabeza se mueve como un péndulo que no se detiene. Lo observas y quieres que su ritmo sea más lento. Pero es tanta la fuerza que lleva en su ir y venir. Quisieras que algo frenara su paso. Tu corazón pulsa con menos velocidad que tus razones. Creces, porque sientes que ahora sientes menos y piensas más.
No te preguntes por lo que dejaste tirado, no vale la pena recogerlo. No preguntes por lo que viene. Solo entiende una cosa: no importa la edad que tengas, solo aprende.
Si respiras y sientes, es porque creces a solas, como todos crecemos.
Fuente: [Facebook]
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EL RELOJ
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Soneto meridiano endecasílabo
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Oro gradual que se desprende y llena
El cóncavo cristal de su universo.
Jorge Luís Borges
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Está bien que Borges, sombra midió
donde se bañó con agua de río
Ese tiempo su péndulo escombró
de lluvia el curso, brumoso cambió
arena a su albedrío convirtió
deja el símbolo-vida que alfombró
Sombra y agua que le producen frío
Esas arenitas que marcan tiempo
No ese tiempo de los muertos sombrío
nubes perezosas cubren el lempo
su lento caer hacen desvarío
circense y colorido pasatiempo
las cuatro estaciones tiene zurcida
que le imputa toda obra acontecida
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Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano
Guatemala, C. A.