Danilo Santos
Luego de la instrumentalización de la Procuraduría General de la Nación por el presidente Morales, queda poco que esperar de sus más cerrados círculos y lo más granado de corruptos y gorilas que lo apoyan. De acuerdo a los procesos establecidos, este nuevo capítulo debería resolverse en el Congreso de la República, o por lo menos eso es lo que pretende el dictadorzuelo y sus lumbreras. Si logran salvar el valladar de la Corte Suprema de Justicia y la acción llega al Congreso, lo que vendrá solo representará más polarización y desgaste de la clase política y las ideas que el público consume de la farándula política nacional. Y quizá ese sea el objetivo, llegar a las elecciones de 2019 con un ambiente de completo enfrentamiento que deje claro que los conservadores son más y tienen poder y gobiernan y gobernarán.
En el corto plazo es una buena táctica, porque seguro recogerán los resultados en las urnas beneficiando candidaturas locales y nacionales con un corte educado y temeroso de Dios; pero autoritario y ultraconservador. En el mediano plazo a la crisis se le caerá la costra y la herida que la corrupción y la impunidad han abierto en las familias y el país, dolerá nuevamente. En el largo plazo, la manera en que se organiza el Estado y las relaciones sociales y económicas que históricamente se han mantenido intactas y son la causa de todos nuestros males, pues seguirá intacta, y las condiciones objetivas para transformar el modo en que nos relacionamos y la manera en que funciona la maquinaria estatal para atender a la población organizada en su seno; seguirán vigentes y alimentando a nuevos movimientos sociales.
La violencia electoral prácticamente se duplicó de la elección de Pérez Molina a la de Morales; tomando en cuenta el grado de desencuentro que ha propiciado el Gobierno, sectores empresariales, algunos sectores religiosos y la crema y nata del Ubiquismo refritado; debemos estar preparados para lo que se viene en las próximas elecciones, especialmente en lo municipal.
Esta batalla no ha sido contra Iván Velásquez, la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala o las Naciones Unidas, ha sido contra la idea que tenemos de democracia e institucionalidad. Es decir, lo que nos han vendido es mentira, no les interesa lo que “el soberano” quiera o diga, ignoran a propósito que son “depositarios” y no titulares de la soberanía. Si el Ejército y demás instituciones tienen liderazgos dignos, es momento de ejercerlos y ponerse del lado de quien intenta un país civilizado para el presente y el futuro.
Mientras más duro sea el posicionamiento y las acciones de los conservadores en este momento, más dura será la reacción y el enfrentamiento. Se vienen, al parecer, tiempos oscuros donde se está conminando a la masa alienada a luchar por “Dios, patria, libertad, trabajo, verdad, y justicia” contra “el ateísmo comunista, el intervencionismo, la opresión, la pobreza, y mentiras”, a luchar a brazo partido con los “hermanos patriotas”. No ha evolucionado un ápice respecto a la contrarrevolución de 1954.
Fuente: [https://lahora.gt/hermanos-patriotas/]
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