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Niñas NO MADRES

Danilo Santos

De dónde viene la mayoría de personas a las que de una manera abusiva y racista llamamos “chato o María”, que pueblan los barrancos en la capital, los barrios marginales, o que simplemente viven en el mismo lugar donde trabajan (tiendas y tortillerías, por ejemplo). Por qué las edades de los niños que se dedican a lustrar zapatos van de los 10 a 14 años, en su inmensa mayoría, también venidos de los departamentos más lejanos. Por qué. Quiénes son sus padres. En qué condiciones nacieron. Cuál es su futuro.

Muchas de las personas a las que vemos en las esquinas vendiendo chicles, granizadas en carretas, limpiando vidrios en las calles, vendiendo flores, etc. vienen, es un hecho, de núcleos familiares desintegrados, y muy probablemente de madres que quedaron embarazadas a una temprana edad.

Según datos de UNICEF, “1.1 millón de niñas experimentan violencia sexual en América Latina y el Caribe. Además, Latinoamérica registra la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes en el mundo y 20% de los nacimientos en la región son de madres adolescentes”.

Aquellas madres que debieron ser niñas, obligadas por un sistema de valores que las castiga en lugar de apoyarlas, que las invisibiliza en lugar de tomarlas en cuenta como niñas con derechos en lugar de madres con obligaciones, ellas, debieron ser eso, niñas, no madres.

Estado y sociedad somos una máquina indolente que genera población condenada a los sufrimientos y vejaciones que trae aparejadas la miseria. Tanto las niñas que han sido madres como sus propios hijos e hijas, tienen alta probabilidad de abandono escolar, lo que a su vez perpetúa el ciclo de la pobreza y las asimetrías económicas y por supuesto, de género.

La causa de este drama silencioso es la falta de políticas de Estado relacionadas con los servicios de salud sexual y reproductiva, las cuales deberían de incluir la interrupción del embarazo de manera legal y segura. En cambio, la respuesta es: “Dios proveerá”. Pamplinas. Y lo más grave, en la mayoría de las veces, aquellas niñas menores de 15 años que resultan embarazadas, han sido víctimas de abuso y violencia sexual.
No es normal que las zonas conurbadas de la ciudad crezcan con población indígena joven que migra de sus lugares de origen buscando un trabajo en la ciudad, no es normal que niñas sean madres, no es normal que niñas violadas tengan que ser madres. No es normar que se acepte socialmente que la población más desfavorecida económicamente sea desatendida por el Estado en su salud sexual y reproductiva.

¿Qué se ha hecho desde el Estado y los gobiernos para gestionar el crecimiento poblacional y prever que los eximios recursos del país sean suficientes para los que en él habitamos, qué? ¿Cuál es la respuesta de cara a la protección de los derechos de las niñas? ¿Tienen las niñas embarazadas, acceso a servicios integrales de salud sexual y reproductiva, a la justicia, a medidas adecuadas de prevención de la violencia sexual?

No es normal que las niñas sean madres.

Fuente: [http://lahora.gt/ninas-no-madres/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Danilo Santos Salazar