…Y en los colores olvidados de tu partida, las veces que te extrañé y te soñé, (de tantas formas, como tantos otros días), los atardeceres en tu cama, tu sonrisa clandestina por encima de la multitud que nos ignoraba, nuestras mañanas en los parques con algún libro de Odysseus Elytis, las canciones de Gardel, mis cursilerías cuando te escribía (como ahora mismo); todas esas cosas, que son secretas y que son mías, se me pierden entre las estaciones y los meses; por qué las dejo partir saludándolas como el que se despide antes de un naufragio, sin saber, aún con esperanzas; quién te devolverá a esta orilla después de bogar por tantos mares apacibles; dónde está el camino de regreso o la ruta de salida, me pregunto a solas en esta noche de lluvia y con Sakamoto como música de fondo; cualquier tarde destilada salí a buscarte precisamente en los lugares que ya no frecuentas; recordé los viejos tiempos con personas que no me conocen; vagando a través de esta ciudad, que es enorme y es minúscula y que se burla de nosotros evitando los encuentros, descubrí que no existe manera de escapar.
El amor existe; lo hallé después de perderte. Corre en medio de las calles, de los zaguanes, de las plazas olvidadas y de las estatuas solitarias; duerme con los perros callejeros y come con los gatos en las azoteas; resultó ser un espejo que no refleja nada, y se deleita con historias repetidas, con finales formulosos y con relaciones imposibles.
Es inútil hacer literatura si no estás, es pura retórica barata y tantas veces releída, esfuerzo intrascendente y desgastado, contribución efímera al mundillo pesaroso y vacío que implora por respuestas mientras hace más preguntas, y que camina en círculos concéntricos pensando en tristezas y en los colores olvidados de tu partida, en las veces que te extrañé y te soñé, (de tantas formas, como otros tantos días)…
- Miss Sunny. Fernando Vérkell. - 15 julio, 2014
- Endless flight, de Fernando Vérkell - 30 enero, 2013
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