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El balance de la campaña electorera es una necesidad y una obligación.

Los grupos de financistas y sus expectativas son las corrientes que determinarán el rumbo a seguir por el nuevo gobierno, independientemente de cuál de los dos carteles asuma la hegemonía y el control de la presidencia, ya sean los oligarcas tradicionales aliados al poder militar al mando de el jefe de el Sindicato o el llamado capital emergente de los nuevos ricos, a ninguno de los dos les interesa en lo más mínimo el futuro del país y el bienestar de la población, a ellos sólo les importa asegurarse que las reglas del juego queden bien marcadas para asegurar la ganancia de lo invertido e implementaran su criterio y estrategia acorde con sus intereses, con ese plan ambas candidaturas han sido financiadas por los grupos paralelos del verdadero poder, tanto Manuel Baldizón como el militar  de la mano dura son de ideología derechista lo único que los diferencia es que el militar sin batallas es genocida y de nuevo volverán los escuadrones de la muerte que serán usados en tareas de limpieza social, el reino del terror y la impunidad en su máxima expresión.

Ante esta coyuntura, ¿cuáles son las perspectivas reales de lograr construir una verdadera oposición progresista y revolucionaria de izquierda? Lamentablemente en el horizonte todo se ve muy nublado con una mal llamada izquierda que ya se acomodó respaldando al demagogo Baldizón con la misma excusa de que es el menor de dos males, aquí repito algo que he venido diciendo hasta el cansancio. Los pueblos libres eligen a sus líderes, los mediocres votan por el menos malo, pero todo se vale a cambio de una cancillería para Rigoberta Menchú, siendo así las cosas el portavoz de Winaq Amílcar Pop ya se adelantó a declarar que «el hecho de que Rigoberta pueda ocupar un cargo en el gobierno no significa que Winaq sea parte del mismo» es pertinente recordar que sería la segunda vez que Rigoberta es parte de un gobierno de derecha, ya lo hizo en el periodo 2004-2008 bajo el turno de Berger, no se puede ser parte de un gobierno sin avalarlo, también recordemos que durante esa época Rigoberta tildó de terroristas a los campesinos que ocuparon la finca Nueva Linda y que posteriormente fueron desalojados violentamente por las fuerzas de «seguridad», la falta de carácter, personalidad, sentido común y vergüenza de la dueña de Winaq le impide ver que los problemas agrarios, alimenticios, médicos y de vivienda que padecen los campesinos indígenas y los obreros pobres, nunca se resolverán aliándose con los explotadores. Rigoberta únicamente está haciendo muestra de sus verdadero colores que son el oportunismo y la falta total de principios de clase, parece que ya se le olvidó el sacrificio de Don Vicente y de todos los que murieron quemados en la embajada de España.

Los grandes retos del pueblo
Primero las organizaciones progresistas deben de expulsar de sus filas a toda la pandilla de caudillos mal llamados revolucionarios, ya que ellos por su propia cuenta nunca renunciarán ni se jubilarán dentro de este contexto es valido preguntarse si todavía tiene algún sentido hablar de la izquierda que en Guatemala es una farsa total y a ello se debe su estrepitoso fracaso, ya que es una agrupación sin principios ideológicos, sin metas, sin valores y casi aseguraría que sin esperanzas, ya que la alianza con Colom le dio el tiro de gracia al momento en que este individuo se autoproclamó como socialdemócrata, algo tan falso como el Orteguismo en Nicaragua mal llamado Sandinismo.
Pero viendo lo que sucede en otras partes de nuestro continente me rehuso a renunciar a la esperanza, viendo el apoteósico triunfo de Cristina en Argentina y la inspiradora lucha de los estudiantes chilenos que rompieron en mil pedazos el modelo que nos presentaban en vitrina del capitalismo moderno y «humano» sumado a estas luchas la de los indignados del mundo pienso que hay esperanza.
Es cierto que existen abismales diferencias entre Argentina y Guatemala; primero en Argentina existen partidos políticos, en Guatemala no existen, quizá la única organización que llegó a parecerse a un partido fue la difunta Democracia Cristiana, el partido Laborista en Argentina nace en la década de 1930 y luego se convierte en Peronista y como pudimos ver hace pocos días hoy es más fuerte que nunca, otra diferencia marcada es que el pueblo argentino es más culto políticamente, algo que en Guatemala no existe es la cultura política, lo cual es el resultado lógico de la falta de partidos,
pero también compartimos similitudes ya que ambos pueblos han padecido dictaduras militares y golpes de estado que han tratado de cortar las raíces del movimiento progresista,  en la década de los años 70s los generales implementaron lo que hoy se conoce como la guerra sucia que dejó como saldo miles de muertos y 30,000 desaparecidos, sólo una fracción de los 200,000 muertos en Guatemala, pero no pudieron cortar toda la raíz del movimiento y éste pudo renacer y ser lo que es hoy, en Guatemala los generales sí tuvieron éxito y cortaron de raíz todo vestigio del verdadero movimiento iniciado con Juan José Arevalo, por eso en la historia de nuestro país ni se le menciona, cuando alguien escribe o habla sobre esa gesta siempre mencionan al militar traidor Jacob Árbenz, que salió corriendo al exilio ante una pequeña invasión comandada y financiada por la CIA estadounidense y se negó a darle armas al pueblo que las pedía para defender la revolución con el pretexto de que quería evitar un baño de sangre, el cual hubiera sido mínimo comparado con los miles de muertos durante las décadas del conflicto armado interno. Salvador Allende, a pesar de que era civil, prefirió morir peleando en el palacio de la Moneda en Chile antes de salir corriendo.

De regreso a nuestra triste realidad con una izquierda dispersa, atomizada, amorfa y acéfala que es incapaz de aglutinar a los distintos sectores y canalizar el descontento, vuelvo a decir y repito hay que elegir nuevos líderes y desechar a los caudillistas como Pablo Monsanto, hasta la Nineth cayó en el fango al enlodarse con el ministro evangélico de VIVA, dicen que » en casa del jabonero el que no cae resbala » esa mezcla de patriarcas y matriarcas que nunca aprendieron a escuchar ni a relacionarse con los distintos sectores sociales y que siguen aferrándose a una estructura vertical de mando y mantiene el concepto de elite para su dirigencia y se niega a establecer relaciones pragmáticas en lo social, que no consulta porque lo sabe todo, que no articula, que no construye y que es incapaz de establecer consensos y convertirse en un instrumento en vez de insistir en ser la guia de la lucha, que oriente en vez de imponer, que sea fraternal en vez de subordinada que fomente las alianzas con los campesinos, los estudiantes, las organizaciones de mujeres, de pobladores sin convertirlos en apéndice  del partido caudillista. un grupo de gente que es incapaz de democratizarse al interior, gente como Alba Estela Maldonado que ignora lo que es el espíritu de humildad y de fraternidad que practicaba Otto René Castillo, Robín García, Don Meme Colom, Fito Mijangos López, el Maestro Don Poncho Bauer Paiz, Rogelia Cruz, Turcios Lima, Alaide Foppa y cientos de revolucionarios que dieron su vida por una Guatemala sin hambre, sin analfabetas, sin explotados ni explotadores.
Autor Hugo Orozco.