Gerardo Guinea Diez
- Cuánto hace falta la voz de un poeta como José Emilio Pacheco. Hará unos 35 años escribió en el poema “Nuevo orden”: «El mañana /vendrá como quiera y sin miramientos. /Sobre todo sin miramientos».
- Con la cuarentena vienen a la mente aquellos versos de Antonio Machado: Hoy es siempre todavía.
- Cuando se ven las redes sociales y los medios de comunicación, se nota que no interesan las palabras, sino la cadena de imágenes sin intención de significar un todo más que su propio vértigo.
- Existe una retórica de la emergencia. Sin embargo, antes de la pandemia, el menú de respuestas y soluciones inmediatas abundaban por doquier. Las nimiedades privaban en el ánimo de la gente y eran asumidas como hechos excepcionales. Despertamos de ese letargo plano, igual.
- Miles de médicos y personal sanitario confirman las palabras de Fernando del Paso: existen hombres y mujeres que tienen numen.
- A principios de año terminé un libro de poesía. Lo escribí durante seis años. Habla sobre la derrota y la agresión contra los animales. Es decir, el riesgo que estamos frente a la sexta extinción.
- Oportuna es la frase de Nicolás Boileau: «El equívoco fue la madre de todas nuestras tonterías». Nos han dado una dura lección de humildad.
- Gramsci habló del «optimismo de la voluntad» y del «pesimismo del intelecto». Unos hablan del nuevo mundo que vendrá. Otros, descreen de ello.
- ¿Qué puede decir la poesía hoy? Jaime Sabines lo dijo en su momento: «La poesía sirve para ayudar a las gentes que se ponen a contemplar este mundo destruido».
- Ha surgido otra plaga endémica: los opinadores. Voltaire lo dijo bien en su Diccionario filosófico: «Ese hombre ha de ser un gran ignorante, porque sabe contestar a todo lo que se le pregunta».
- Las fake news representan la era canalla de la que habla Zizek. Destilan ponzoña.
- El sistema mundo entró en crisis. Ignacio Ramonet es el que mejor lo ha descrito en «La pandemia y el sistema mundo».
- Antes del coronavirus, morían —y mueren— de hambre millones de seres humanos.
- Millón y medio de personas mueren al año por la tuberculosis, entre otras linduras por el estilo de lo que fue la aldea global. Sé que no hay decoro en esas cifras. Gelman lo escribió en un cuaderno: «Mundo que somos tu miseria / en un rincón se aguantan las deudas de la gracia».
- Los que saben, afirman que hubo una disrupción total de la economía. Colapsó la oferta y la demanda. Son las seis de la mañana. Hago mi caminata de siempre. Llevo puesto el cubre bocas. De pronto, un hombre camina en dirección contraria. Lleva un pequeño cesto de plástico y una bandera blanca. A veces, la ignominia es un pie de página de una realidad ininteligible. Es el pequeño dolor del hambre, pequeño por convulso y enfermo.
- Bauman lo pensó mejor antes de la pandemia. Señaló el principal malestar contemporáneo: el precariado. En otras palabras, la desigualdad es la metástasis del modelo.
- Pienso en mis amigos y colegas editores. Ellos saben de la locura de los poetas y el frenesí de una flor abriéndose a la luz. Los veo en el vaivén de perder o ganar. Preocupados confían en resistir. Todos los que nos dedicamos a los libros, eso hacemos día a día. Quizá regresen los días con su hálito de aires delgados y noches largas para conversar del próximo libro.
- La globalización era un tren de alta velocidad. Hoy ni siquiera sabemos cuándo saldrá el próximo viaje al porvenir.
- Al parecer, podrían confirmarse la afirmación de Pareto: …la necesaria «La reinvención de los tejidos que vinculan al Estado con la sociedad». Quién sabe. La disfuncionalidad es orgánica y estructural.
- El poeta Adonis nos interroga: «¿Debo preguntar cómo acabará este mundo o cómo ha empezado este infierno? /la jaula no tiene fin.»
- También Mark Strand: «Donde nada, cuando ocurre, es demasiado terrible». El virus se cura con detergente…
- Italo Calvino lo publicó en 1972 en el libro Ciudades invisibles: las ciudades «son un conjunto de muchas cosas: Memorias, deseos, lenguaje, lugares de trueque, mercancías, deseos, recuerdos y también son palabras». Unos ocho mil millones de personas han sido puestos en cuarentena. Zizek afirma que lo grave no es perder de vista la realidad, sino haber perdido el sentido de la realidad simbólica.
- En el libro Helarte de la errata, el sabio Carlos López detalla los errores más frecuentes atribuidos a tipógrafos o a traductores. Como el caso de cambiar El arca de Noé por el Arpa de Noé y que un sabiondo corrector con una gran cultura bíblica convirtió en Arpa de David. Algo así nos venden los creadores de bulos y noticias falsas. Asusta Vox en España, aunque Bolsonaro es un alumno disciplinado. Sus discursos son atroces, absurdos, tan parientes de un odio negro y viscoso.
- Aún no se escribe la narrativa del derrumbe y del mundo que vendrá. Sólo tenemos la discursividad y sus miles de rebaños hablando de depresión y de ideas apocalípticas. Quizá, con el tiempo, seremos artífices de nuevo del agua y perforaremos la vida.
- Guatemala es el chara de la aldea global.
Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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