La revolución egipcia, de Mario Roberto Morales

La revolución egipcia recién empezó con la abdicación del dictador Hosni Mubarak y la toma del control de la transición a la democracia por parte de los militares desafectos al Vicepresidente Suleimán, encargado de hacer que Egipto pusiera en práctica las políticas de Washington y Tel Aviv en la región, especialmente manteniendo aislados a los palestinos de la Franja de Gaza y apoyando al sionismo (que no incluye a todo el pueblo de Israel sino sólo a la tendencia predominante dentro de su Estado), honrando así los ahora inciertos acuerdos de Camp David.