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Danilo Santos
desantos.salazar@gmail.com

“…el pueblo al aplaudirlo le decía: / “Eres el más gracioso de la tierra, / y más feliz…” y el cómico reía.” Pero Morales ya no ríe y el pueblo tampoco. El señor Presidente anda enojado y culpando a los medios de comunicación de mentir, y niega irascible lo que el mismo Trump devela cuando dice que “De repente declinaron, al parecer por un fallo de la Corte Suprema (Corte de Constitucionalidad), que no les permite firmar un acuerdo de Tercer País Seguro con nosotros”.

Cuando un Presidente amenaza con “arremeter” de la misma forma en que arremeten contra él (hablando de la prensa), está perdiendo completamente la compostura y dejando claro que el papel le quedó grande. Quiso pasar de actor a estadista y se quedó como burdo bufón de sus círculos neopentecostales, militares y demás ultras. De paso, a través de la farándula política, también entretiene al pueblo.

Si a alguien le quedaban dudas que Morales no ha sido el Presidente de Guatemala los últimos cuatro años, sino el principal entretenedor que ha tenido el país, pues solo tiene que observar el histrionismo con que este responde a las críticas naturales de la sociedad a quien detenta el poder político. El estadista busca evitar la confrontación, responde con ideas, con información; pero cuando la ignorancia campea, son los ataques los que resultan más fáciles. Así nacen los dictadores. Así se destruyen repúblicas.

Mientras tanto, seguimos sin hablar de la segunda vuelta electoral y de quienes pretenden dirigir el Ejecutivo, nos solazamos con la parodia que Jimmy hace de la Presidencia de la República. Lo de fondo está en la pequeña diferencia que hay entre primero y segundo lugar en las encuestas, y en cómo todo este circo hace que los ánimos para ir a votar decaigan y favorezcan al segundo.

Bien haría el gobernante cuasi saliente en planificar su vida a partir del 14 de enero, porque más temprano que tarde, tendrá mucho por qué responder. Ya no gozará de la protección de sus supuestos aliados y no le bastará con la inmunidad del Parlamento Centroamericano, menos le servirá su gastado e hipócrita “Dios le bendiga”.

“… ¡Cuántos hay que, cansados de la vida, / enfermos de pesar, muertos de tedio, / hacen reír como el actor suicida, / sin encontrar para su mal remedio! / ¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora! / Nadie en lo alegre de la risa fíe, / porque en los seres que el dolor devora / ¡el alma llora cuando el rostro ríe! / Si muere la fe, si huye la calma, / si sólo abrojos nuestra planta pisa, / lanza a la faz de la tempestad del alma / un relámpago triste: la sonrisa. / El carnaval del mundo engaña tanto, / que las vidas son breves mascaradas; / aquí aprendemos a reír con llanto, / y también a llorar con carcajadas.”

Con el ego del señor Morales, Juan de Dios Peza habría podido escribir una segunda versión de Garrik.

Fuente: [https://lahora.gt/reir-llorando/]

Danilo Santos Salazar