Carlos López
Al pesebre palestino
en vez de esferas lo adornan
bombas de fósforo blanco.
Las estrellas de Occidente
bajo la luna de Oriente
son de muerte; los cohetes,
aviones, tanques, misiles
han matado 30 mil;
10 mil niños que no fueron
dioses ni ángeles ahora
son mártires de la franja
de Gaza, la inmensa cárcel,
la más grande del planeta,
bañada en sangre, inundada
de cadáveres al aire
libre; escuelas, hospitales,
casas, refugios destruidos:
todo el país agoniza.
Los sionistas de Israel,
con los Estados Unidos
y Europa se condecoran
con cruces. Malditos sean
entre todos los malditos.
Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
- Gaza, un año después del mayor genocidio de la época moderna de la humanidad - 17 noviembre, 2024
- Ellos dicen «buen día», pero cantan «Las mañanitas» - 20 agosto, 2024
- Legado y vigencia de Miguel Ángel Asturias - 3 agosto, 2024
Comentarios recientes