Una cumbre sosa pero costosa
Virgilio Álvarez Aragón
En hotel antigüeño, entre brindis con Zacapa Centenario y viandas de calidad inmejorable, se reunió la más variada fauna política latinoamericana.
Presidentes en su mayoría orientados a la extrema derecha, ilegal o ilegítimamente electos, como los de Honduras y Brasil, se encontraron con otros que, igual de reaccionarios, están marcados por la corrupción más descarada, como los de México y Guatemala.
Aparte de la doble representación española, con un rey sin responsabilidades políticas y un presidente que llegó al poder luego de que se desnudara casi por completo la corrupción del gobierno de Mariano Rajoy, a la supuesta Cumbre Iberoamericana solo llegaron los que ya están limpiando las ollas para llevarse entre la bolsa los últimos sobornos y eliminar toda huella posible de ellos, como Michel Temer de Brasil y Enrique Peña Nieto de México, y los que necesitan mostrar que son los nuevos niños buenos del discurso neoliberal, como Abdo Benítez de Paraguay y Lenín Moreno de Ecuador.
De 23 países participantes, de 8 de ellos llegaron funcionarios de mucho menor rango, con lo cual se notaron las ausencias de Macri de Argentina, Piñera de Chile y Duque de Colombia y quedó en evidencia que, a los países grandes del sur, donde la derecha ahora gobierna, encontrarse con los gobernantes indecisos, lambiscones y atrasados no les interesa.
No fue, pues, una cumbre para algo. Fue un encuentro para nada si dejamos de lado que los participantes usaron el fin de semana para viajar, brindar, comer bien y cobrar los viáticos para ellos y toda su comitiva.
Si el presidente de España tenía la intención de cuestionar la corrupción y explicar que se le puede enfrentar y atacar si hay convicción y firmeza, definitivamente viajó de balde, pues a ninguno de los presentes les habría gustado saber de viva voz que Pedro Sánchez prefirió renunciar a su curul antes que apoyar la investidura de Mariano Rajoy, ahogado ya para entonces en el lodazal de la corrupción de su partido. Es evidente que Jimmy Morales, Orlando Hernández, Peña Nieto, Michel Temer y demás colegas se sentirían mucho más a gusto viendo para otro lado y besándole la mano al rey español, cuyo padre ha sido evidenciado como un corrupto mayor, pues Sánchez les podría traer a la mente todas las movilizaciones, denuncias y luchas que en sus países se realizan contra la corrupción que ellos usufructúan y lideran.
Intentaron evitar mirar al presidente portugués, pues, si bien su cargo es más honorario que ejecutivo, siendo de derecha hace gala de sobriedad y representa un país donde exitosamente gobiernan las izquierdas, con los mejores indicadores sociales y económicos de los últimos tiempos, aunque los grandes medios callan porque allí está siendo cuestionado con hechos el discurso neoliberal. O Bloco (nueva izquierda) y el Partido Comunista (vieja izquierda) le dan sustento en Portugal a un gobierno socialista y defienden Europa y el euro, pero ponen por delante los intereses de los trabajadores, las mujeres, los niños y el medio ambiente.
En consecuencia, no se podía hablar claramente de ataque frontal a la corrupción, pues tendrían que haber salido corriendo la mitad de los gobernantes allí presentes. Tampoco se podía hablar de reducción de los bajos índices de desarrollo social y de desnutrición infantil porque Jimmy Morales, el anfitrión, tendría que haber presentado su renuncia antes del evento, ya que, como publicó este semana la FAO, Guatemala es el país donde no solo casi la mitad de sus niños están desnutridos, sino que, a diferencia de Nicaragua y Bolivia, es también el país donde ese flagelo no se ha combatido, mucho menos reducido en los últimos diez años.
Empresarios de muchos de esos países se reunieron para medir sus éxitos, pero no se convocó a centrales de trabajadores para discutir cómo hacer del continente una región donde prevalezca el trabajo digno y equitativamente remunerado. No se encontraron los ministros de educación superior para compartir proyectos comunes de intercambio científico porque, de nuevo, Guatemala tendría que haberse escondido bajo la alfombra.
Los presidentes o sus representantes dirán entonces que estuvieron en la Antigua, aunque sus habitantes y trabajadores no hayan ganado nada con el evento, más que la rabia de ver la ciudad tomada por soldados, policías y guaruras impidiendo la libre locomoción de los ciudadanos, que esta vez no fue defendida con ningún amparo legal por parte del Cacif.
Entre las imágenes más diáfanas de Guatemala se llevarán la de un país machista con un gobierno ineficiente, pues, a falta de un protocolo responsable, y aunque la mayoría de los asistentes asistieron sin consortes o concubinas, el gobernante guatemalteco anduvo arrastrando a la suya cual perro faldero, supuestamente para demostrar que ella a él sí lo respeta.
Finalmente, significativa resultó la foto que se tomaron los asistentes para sus historietas. El hecho de que a la derecha y a la izquierda hayan posado en sillas de ruedas dos funcionarios puede ser la mejor metáfora de la situación política y social de nuestro continente: países atrofiados y sin capacidad de andar por sus propios medios.
Los trajes oscuros bien pueden leerse como lo tenebroso que para nuestros pueblos han resultado las políticas económicas aplicadas por la corrupción que la mancuerna de empresarios y políticos ha hecho prevalecer en su particular beneficio.
El retablo religioso que usaron como telón de fondo es la muestra más clara de la comercialización y el uso demagógico de las creencias. Allí, donde antes funcionó un lugar de culto, ahora se ofician eventos matrimoniales, con bendición y rezos incluidos, siempre y cuando se paguen fuertes sumas de dinero al empresario que se apropió de un monumento histórico para su beneficio particular. Abajo aún reposan, desde hace más de 500 años, los restos mortales de sacerdotes y legos dominicos humillados y explotados, algunos de los cuales defendieron firmemente a los indios, pero esta es también una historia que ninguno de los presentes quiso siquiera mencionar, aunque puede que Evo Morales se los halla recordado con su acento. ¿Lo acusarían para sus adentros de cachimbiro?
Fuente: [http://plazapublica.com.gt/content/una-cumbre-sosa-pero-costosa]
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