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Yo no sé filosofar

Danilo Santos

Entre la madrugada que me levanta a trabajar y los peligros del día para llegar con el sol de vuelta a casa es poco el tiempo que me queda para detenerme a pensar. Para eso están los que saben, los estudiados, esos que vienen cada cuatro años pa´que los conozcamos y sepamos quién de ellos puede más; se nota con solo ver lo que traen, los que son tacaños no traen nada o traen poco, pero los que están bendecidos y no necesitan robar, esos traen de todo. El último ha sido de los mejores, no vino bravo ni gritando, yo lo conocía, no sabía de dónde, pero lo conocía. Habló bonito, contó chistes, y por si fuera poco venía con mi coronel. Estaba claro, él nos podía ayudar, se miraba arrecho el hombre y con ganas de trabajar sin perder el contento. Bien acompañado y por supuesto, temeroso de Dios.

Era como si nos conociera, habló así como nosotros, de repente ponía otra voz, como remedando a alguien del pueblo, y bueno, era agradable escuchar todito lo que decía, a mí se me quedó lo de que no era ni corrupto ni ladrón. Ya con eso me fui tranquilo y seguro.

Llegué a mi casa a darme una guacaleada con agua del tonel, y ya en chanclas y pantaloneta encendí la tele, me puse a ver mi programa del fin de semana y zas que se me hacía parecida la voz del que estaba diciendo tonteras en la pantalla, me quedeeeee viendo y oyendo, y puchis, es que se parecía la voz al don del mitin; vino mi patojo y me encontró serio, no riendo como siempre. Papá, me dijo, ya no te da risa el Neto, quién le dije yo, el Neto, dicen que hoy vino al pueblo, pensé que a eso ibas, a verlo gratis. Entonces me di cuenta que el de la tarima era el mismo que el de la tele. Con razón tan desenvuelto, tan gente, y es que él es de los que cuentan chistes sobre lo que nos pasa a los pobres. Ese lo mismo sale de vendedor de manzanas de tierra fría que de zacapaneco; y pues uno le entiende bien sus chistes y su discurso.

Me fui a acostar pensando que había conocido al de la tele y ni cuenta me había dado. Me levanto un año después y Don Jimmy ahora es Presidente, ya no sonríe tanto, pero bien que sigue hablando bonito, solo que ahora lo veo bravo. Hay dos Netos en la tele, uno chistoso y el otro bravo. Dice que ahora filosofa.

Mi coronel anda fugado, parece que lo alcanzó el pasado. He estado pendiente a ver si se asoma otra vez Jimmy, digo Neto, pa´verlo gratis nuevamente; pero solo en la tele sale y no contando chistes, sino cosas serias que no entiendo y no me dan risa. Como que mejor se hubiera quedado con su programa porque me hubiera seguido causando gracia, ahora cuando lo oigo filosofar mejor cambio de canal. “A mí me perdona don, yo no sé filosofar”.

Fuente: [http://lahora.gt/no-se-filosofar/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Danilo Santos Salazar