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Una ley que condena a proveer brazos baratos

La empresa familiar, los asalariados y migrantes seguirán financiando el costo.

Irmalicia Velásquez Nimatuj

La maquinaria que aplica la doble moral de la elite guatemalteca, usando el Estado para proteger sus negocios e intereses económicos no para. De hecho, esa es su especialidad, para eso han creado universidades, centros de investigación, medios de comunicación o firmas de abogados. Colocan al Presidente de la República que puedan manipular–haciéndole creer a quien asume lo contrario– corrompen a los jueces que necesitan y compran diputados para aprobar leyes que les garantice impunidad, por un lado, y el incremento de su riqueza, por el otro. Es, pues, la continuación del Estado Colonial.

Un ejemplo de la impunidad con que la elite económica utiliza el Estado es la aprobación –jueves 25 de febrero– de la Ley Emergente para la Conservación del Empleo, aprobada de urgencia nacional por el Congreso con 109 diputados de 158.

¿Qué implica esta ley? Que las maquiladores y los “call centers” tendrán exoneración de impuestos en los próximos diez años. Véase los Artículos 12 y sus ocho incisos, y el 12 bis y sus siete incisos para conocer las suspensiones temporales de pago de derechos arancelarios y las exoneraciones totales de impuestos que aprobaron. El Artículo 13 y sus dos incisos para saber de los reembolsos que gozarán, y el Articulo 15 y sus cuatro incisos para leer sobre otros beneficios que les otorga la ley.

IrmaAliciaVelasquez

Nuevamente, las plantas de procesamiento y las de servicio que deben pagar impuestos no lo harán, usando la institucionalidad para legalizar sus ilegalidades. Este proteccionismo –que públicamente cuestionan– condena a la juventud del país a seguir proveyendo brazos baratos que no piensen, que no reclamen o que se conformen con las miserias. Esto impedirá invertir en calidad educativa, apoyar la creación e investigación en el país, dar el salto que propagan los voceros de la elite pero que en el fondo no quieren, porque a más conocimiento, más demandas y más posibilidades de romper los monopolios que son los que les garantizan, a perpetuidad, sus privilegios. Mientras tanto, la empresa familiar, los asalariados y migrantes –con o sin documentos– seguiremos financiando el costo de conservar a esta elite expoliadora.

Esto impedirá invertir en calidad educativa, apoyar la creación e investigación en el país, dar el salto que propagan los voceros de la elite pero que en el fondo no quieren, porque a más conocimiento, más demandas y más posibilidades de romper los monopolios que son los que les garantizan, a perpetuidad, sus privilegios.

Fuente: elPeriódico [http://elperiodico.com.gt/2016/02/27/opinion/una-ley-que-condena-a-proveer-brazos-baratos/]

Irma Alicia Velásquez Nimatuj