Por quién doblan las esquinas, de Mario Roberto Morales
Una mujer muy parecida a Morticia, la esposa de Gómez Adams, se me aparece a la vuelta de cada esquina viéndome con ojos perversos y sonrisa diabólica. Me sigue con la mirada hasta que he doblado en alguna calle y, unos metros más adelante, vuelve a aparecérseme implacable, sonriendo irónica siempre y con un brillo maligno en los ojos que me hace pensar en que si llegara a atraparme me chuparía la sangre.
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