Imagen, poder y política (Segunda parte), de Mario Roberto Morales

Alfredo Guevara no escribió su ensayo en estas circunstancias. Pero los cineastas centroamericanos hacen su cine nadando en un mar de consumo de imágenes que fortalecen el poder de la lógica del capital y, por ende, de las estéticas del consumismo. Y a menudo lo hacen luchando contra la corriente, intentando forjar su expresión sin caer en el lenguaje facilón del cine puramente comercial, ni en la tiesa retórica de izquierda, y menos aun en la lamentable “corrección política” primermundista. Se proponen simplemente, al igual que Guevara, hacer un cine artístico, nacional, inconformista, barato, comercial y técnicamente terminado. A todo lo cual le agregan una clara intencionalidad “glocal” que a menudo echa mano de los recursos del videoclip y el comercial de televisión, pero resignificando sus estéticas con el fin de expresar contenidos nacionales, inconformistas y críticos.