Piedrabrisa (fragmento) de Mauricio Estanislao López Castellanos
Contagiado de la madrugada, abría los ojos, casi obligado por la llegada de la luz del día, y todo sucedía con el mismo fuego débil del cielo. Mi esposa terminaba de vestirse con aquella discreción de que la desnudez es el camino menos adecuado para tener memoria de lo que fue esplendor entre los dos. Mientras descubría mi cuerpo de la sábana, mis pies delgados comenzaban a aparecer, delgados, retratos exactos de la herencia familiar.
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