Jacobo en París

El escritor José Mejía me informa, desde París, que Juan Jacobo Rodríguez Padilla ha caído enfermo. Está grave aunque hay esperanza, según el parte médico. Pero a Jacobo lo agobia también una enfermedad guatemalteca: el olvido y la indiferencia. Es uno de nuestros grandes artistas, de los últimos clásicos vivos que tiene nuestro ignorado e ignorante país. Y a mí me duele que Guatemala sea tan cruel, tan indiferente ante las cuestiones del arte y la cultura. Y que haya tanto desconocimiento sobre nuestros valores y nuestra historia.