El sacrificio de Milena, de Silvia Titus

Ella se mecía al ritmo de la marea de aguas cristalinas que tenía a la vista. Sus pies mojados jugaban distraídos. El olor a mar vivo se impregnaba en el ambiente. Al horizonte se veía al sol escondiéndose sigiloso. Miles de gaviotas chillaban y bailaban al compás de las olas. A pesar de que todo el paisaje compartía calma y serenidad el corazón de Milena estaba en desasosiego.