Entre cáncer y sida, de Carlos Figueroa Ibarra

En la antigua mitología griega se hablaba de dos monstruos que habitaban uno frente a otro en un estrecho paso marino. Caribdis hija de Poseidón y Gea tragaba grandes cantidades de agua tres veces al día y adoptaba la forma de un gigantesco remolino que se tragaba a todos los navegantes que osaban pasar a su lado. El otro era Escila, un monstruo con torso de mujer y cola de pez con seis largos cuellos y respectivas cabezas, cada una de ellas dotadas de tres hileras de afilados dientes. El paso por el estrecho paso marino era mortal pues los marinos tenían que escoger entre enfrentar a Escila o a Caribdis. Desde entonces cuando nos encontramos frente a un dilema, decimos que estamos “entre Escila y Caribdis”.