Detras de los candados, de Eleázar Adolfo Molina Muñoz
Desde que tenía memoria, aquella puerta siempre estaba cerrada, clausurada por el tiempo y el olvido, sellada de toda mirada indiscreta por un alambre de púas y un candado oxidado.
Jul 5, 2011
Desde que tenía memoria, aquella puerta siempre estaba cerrada, clausurada por el tiempo y el olvido, sellada de toda mirada indiscreta por un alambre de púas y un candado oxidado.
Jun 24, 2011
Aprendiste a leer, para poder enseñar a escribir.
Vives en los mundos imaginarios, vives para sembrar,
letras, números, cariño, lo esencial para vivir.
Encuentras al educar, razones milenarias para amar.
May 24, 2011
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, nació en Arequipa, Perú, un 28 de marzo de 1936. Es considerado el más completo novelista de Latinoamérica. Autor de novelas y ensayos con riqueza literaria invaluable. Candidato presidencial en las elecciones peruanas de 1990, evento que desencadeno su posterior exilio a España, en donde recibe la ciudadanía española en 1993.
May 24, 2011
¡No llores por Helena! Es una novela breve de Silvia Bollat y Enrique Godoy Duran, ambos de nacionalidad guatemalteca. Silvia Bollat, incursiona en el mundo de la literatura viva, coescribiendo con Enrique Godoy esta historia que marca el inicio de su carrera literaria, apadrinada por el escritor de poemas, novelas y teatro.
May 24, 2011
El tiempo había volado como plumas agitadas por el viento, Fray Reginaldo caminaba por el convento de Nápoles, meditaba y pedía a Dios que le iluminara para poder concluir la tarea que había prometido terminar. Aquel convento, viejo y de paredes gruesas, antes de la llegada de Fray Tomás, era oscuro y lleno de sombras. Fray Reginaldo recordaba como Fray Tomás una tarde de domingo, después de asistir a la santa eucaristía,
May 24, 2011
El silencio de la tarde lo envolvía, el viento corría de un lado a otro del valle, los pinos se mostraban opacos, por el reflejo de los cortinajes sombríos que avanzaban y mataban a cada paso, a cada segundo, la luz del astro que iluminaba el valle, el valle se cubría con la frazada de la tormenta. Sus ojos buscaban una gota de color, pero las gotas que el cielo regalaba eran pálidas, cristalinas, sin color alguno, tan monótonas y simples como el beso del viento una tarde verano.
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