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Soplando el requesón

Danilo Santos

Insistirle a la oscuridad solo profundiza su vacío. Eso sucede muchas veces en Guatemala con la recaudación, la pobreza o el conservadurismo. Lo recientemente anunciado por las autoridades del Ejecutivo encargadas de las finanzas, encabezadas por el presidente Morales, no satisface, porque se trata de escarbar en el mismo agujero sin dar luces o respuestas sobre cómo el gobierno está invirtiendo lo “poco” que tiene y el plan para eficientar la actual recaudación, poniendo énfasis en los grandes evasores.

La regañada del jefe del Ejecutivo a sus críticos no hace más sólidas sus propuestas. Para recuperar la confianza primero hay que transparentar y mostrar que se utilizan los recursos competentemente. Lo que se percibe es cierto miedo a seguir desnudando a quienes se han hecho millonarios evadiendo: ya las momias califican el buen trabajo de Solórzano Foppa como Terrorismo Fiscal. Un informe de la Superintendencia de Administración Tributaria sobre el aplaudido desempeño que ha tenido últimamente ayudaría mucho a plantear una propuesta equilibrada para ampliar la base tributaria, de manera paralela al control serio y diáfano sobre las grandes empresas.

“El que se quema con leche hasta el requesón sopla”, y los guatemaltecos tenemos el morro abrasado. Sería una inconsciencia decir que no hacen falta más recursos; la realidad en salud, educación e infraestructura, por mencionar tres cosas fundamentales, es terrible; pero no confiamos, nos han robado mucho y eso duele a fin de mes, o cuando alguien en la familia se enferma, o la cuesta de enero llega hasta junio, o nos extorsionan, etcétera.

Para que los guatemaltecos alcancemos mediante la razón sus planteamientos, ciudadano presidente, primero debe cambiar lo que nuestros sentidos captan; de lo contrario seguiremos viendo solo las sombras que se proyectan frente a nosotros sin saber lo que sucede a nuestras espaldas… Construir una nueva realidad en Guatemala requiere liberarnos de quienes nos han robado desde siempre y nos han metido en este hoyo donde todo falta. No hacerlo es insistir en la oscuridad.

Sería una inconsciencia decir que no hacen falta más recursos; la realidad en salud, educación e infraestructura, por mencionar tres cosas fundamentales, es terrible; pero no confiamos, nos han robado mucho y eso duele a fin de mes, o cuando alguien en la familia se enferma, o la cuesta de enero llega hasta junio, o nos extorsionan, etcétera.

Fuente: [http://www.s21.gt/2016/08/soplando-el-requeson/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Danilo Santos Salazar