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Sistema penitenciario III y final

El destino de las armas -según el documento- era desconocido.

María Aguilar

La crisis actual del sistema carcelario no es nueva. La corrupción que permite que todo tipo de anomalías, irregularidades e ilegalidades se ejecuten dentro del sistema penitenciario y que corroe a guardias y a toda la cadena de funcionarios, es la misma corrupción que tiene al país sumido en una crisis estructural e histórica. De igual forma, las cárceles en Guatemala han estado controladas por mafias que jamás han logrado ser desarticuladas y simplemente cambian de cabecilla convirtiéndose en cada vez más eficientes y letales.

Entre los millones de documentos que acumularon los archivos nacionales durante el Siglo XX se encuentran evidencias que ilustran cómo dentro del periodo del conflicto armado, mafias y redes criminales estaban presentes en las cárceles. Desde entonces, ya operaban a la par de los directores y funcionarios de esos centros. Esas mafias en ocasiones trabajaban directamente con empresas nacionales, oficiales del Ejército y políticos de derecha pero también operaban de manera transnacional.

Documentos de 1978 revelan cómo un mayor del ejército, durante su periodo como director de la Granja Modelo de Rehabilitación Pavón, recibió armamento consignado a un reconocido líder y político anticomunista. El destino de las armas -según el documento- era desconocido. El mismo director era señalado de estar involucrado en una operación que iniciaba en Colombia y que era responsable de ingresar a Guatemala dólares falsos, drogas y timbres fiscales. Otro documento señala a una compañía de seguros involucrada en la falsificación de timbres fiscales, producidos en El Salvador a más bajo precio y entregados a las mafias de Pavón, desde donde eran sacados, distribuidos y vendidos en Guatemala. Los documentos, también, mencionan denuncias sobre contrabando de licor y drogas que llegaban a los centros penitenciarios y como en ocasiones estos actos ilegales eran realizados por los mismos empleados del Organismo Judicial, específicamente de la Corte Suprema de Justicia.

Las crisis carcelarias no son exclusivas de Guatemala pero poco se podrá hacer si solo se dan soluciones superficiales a problemas enraizados, que involucran al Ejército, empresarios, mafias, sistema de justicia, gobernantes, todos, los que de una u otra manera se ven beneficiados de que estos centros continúen siendo espacios de criminalidad y de enriquecimiento ilícito.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/06/05/sistema-penitenciario-iii-y-final/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

María Aguilar Velásquez
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