Irmalicia Velásquez Nimatuj
Román Carlos Bregni destacado especialista en patologías de cabeza y cuello falleció ayer dejando un legado que trasciende su área de especialización e investigación científica. Las generaciones jóvenes deben conocer que fue uno de los principales gestores porque en el país se aprobara una ley antitabaco para ejercer el derecho a respirar aire puro, mejorar sus niveles de salud, reducir los casos de cáncer, enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Proceso que se logró con la aprobación de la Ley de Creación de los Ambientes Libres de Humo de Tabaco, a través del Decreto 74-2008. Este paso colocó a Guatemala en sintonía con la lucha mundial para enfrentar los efectos de la epidemia del tabaquismo y su alta mortalidad.
En los últimos años, el doctor Román trabajó incansablemente para denunciar por todos los medios que tuvo a su alcance ¿por qué en Guatemala los medicamentos cuestan tres y hasta cuatro veces más que en otros países? Esta fue una verdadera batalla que abanderó sabiendo que se enfrentaba a poderosas empresas nacionales y trasnacionales que se han enriquecido a base de extraer y endeudar a millones de personas que no tienen otra alternativa, en su búsqueda por sanarse. Él denunció con datos y evidencias cómo en países como el nuestro se viola permanentemente la Constitución, dado que la salud ha dejado de ser un derecho para convertirse en un bien de lujo, inalcanzable para las mayorías, incluso para las clases medias, por eso, solo las elites que controlan el país pueden costearla.
Su trabajo no tuvo el eco que debió tener, por un lado, porque Guatemala es un país de pobres, de personas que viven para aguantar el día a día, que terminan exhaustos, sin tiempo para pensar, reflexionar e incluso para organizarse, es el resultado del sistema impuesto. Por el otro lado, porque el mismo Estado es cómplice de este millonario negocio. Dado que las mafias que controlan las medicinas no solo monopolizan los servicios de salud pública y privados sino, además, al mismo ejecutivo, ponen a presidentes serviles, sobornan a todo diputado que acepta y, además, controlan las cortes nacionales.
El negocio de las medicinas es también la historia de la quiebra del estado guatemalteco, es uno de los ejemplos de cómo saquear y hacerse millonario usando la salud mientras niegan la vida. Es uno de los casos que mejor evidencia el poder y la razón de ser del “pacto de corruptos” que tiene de rodillas a 14 millones de habitantes. ¿Quién puede contra ellos?
El doctor Román denunció cómo la violación de derechos se ejerce gracias a la corrupción a escala nacional e internacional, su conciencia y compromiso le costaron la persecución a través del sistema de justicia. Él se marcha llevándose consigo cuatro demandas de estas compañías. Sin embargo, con su partida su lucha se fortalecerá y se multiplicará.
Fuente: [elperiodico.com.gt]
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