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Manolo Vela Castañeda

En esta segunda parte de la reseña sobre la colección “Al atardecer de la vida…”, libros de Ricardo Falla, analizaremos dos de los textos que hacen parte de su trilogía.

¿Cuál es el núcleo de la trilogía? El núcleo está compuesto por reflexiones en torno a la insurgencia campesina, la contrainsurgencia y la resistencia.

Escrito entre 1984 y 1985, Ixcán, el campesino indígena se levanta, nos presenta un cuadro completo de dos historias paralelas: el poblamiento de aquella región de la frontera; y, la implantación de la guerrilla. Al final, la narrativa nos explica la confluencia, en sus distintas fases, entre campesinos y guerrilleros.

Para un diálogo con Ixcán, el campesino indígena se levanta, es preciso poner atención a las quince hipótesis que el autor presenta en la introducción; mismas que intentan ser resueltas al final, en las conclusiones. Detrás de las hipótesis se hallan los autores más relevantes, hacia 1984, cuando el libro fue escrito, acerca de una de las grandes preguntas, en aquel momento, para las ciencias sociales: ¿Quién es el campesino insurgente? Empleando a estos autores, Falla elabora un esquema de análisis en el que toman parte estas ideas: 1) la articulación de las economías campesinas al capitalismo; 2) el campesino medio como el tipo de campesino más revolucionario; 3) los frenos del campesino contra la organización; 4) los resortes organizativos internos y externos de la comunidad; y, 5) la tendencia milenarista. En este esquema de análisis no solo hay espacio para las interpretaciones estructurales, sino que también están planteadas reflexiones sobre el papel de las ideas, las generaciones, las redes de parentesco, el factor étnico, la migración, las religiones, los liderazgos, y las organizaciones. Ixcán, el campesino indígena se levanta, nos presenta una indagación completa sobre las relaciones entre la densidad de la vida en aquella región, el campesinado y la insurgencia. Es en la articulación de estas ideas donde el texto de Falla va más allá de una descripción de aquel proceso. Es aquí donde se halla el legado que Falla deja a los cientistas sociales interesados en entender ¿qué pasó en Guatemala en aquel momento de la historia?

Sin conocer la existencia de Ixcán, el campesino indígena se levanta, en 2010, junto a un grupo de investigadoras intentamos hacer algo similar, planteándonos ¿cuáles fueron las bases de la insurgencia campesina? Las respuestas, regionales o locales, fueron dando forma a Guatemala, la infinita historia de las resistencias, publicado en 2011 y que esperamos, en 2020, contar con la segunda edición, a cargo de la Editorial de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México.

En Ixcán. Masacres y sobrevivencia, Guatemala, 1982, la atención ya no está puesta en la insurgencia campesina, ahora todo se enfoca en la respuesta del Estado.

De más está comparar Masacres de la selva con Ixcán. Masacres y sobrevivencia. Aquel primer libro, publicado en 1992, fue –ahora nos lo explica el autor– un apretado resumen. Masacres de la selva, es una obra fundamental para entender el genocidio en Guatemala y la guerra fría en América Latina. Masacres de la selva fue, en Guatemala, como dice Ricardo, “un obús sorpresivo a medianoche”. Por primera vez los guatemaltecos podíamos leer, en un libro, los relatos completos de las masacres, una parte de lo que había ocurrido en la guerra. Durante varios años Masacres de la selva, constituyó el canon de lo que los guatemaltecos podíamos saber acerca de las masacres y el genocidio. De cuando el libro salió, en 1992, iban a pasar seis años hasta la presentación, en 1998, de Guatemala, nunca más, el informe de la verdad organizado por la Iglesia católica; y, siete años hasta la presentación de Guatemala, memoria del silencio, el informe de la Comisión de la Verdad de Guatemala. En 1992 el Ejército aún guardaba mucho de su poder de veto y de control de lo que en Guatemala circulaba, y por ello la decisión de la Editorial de la Universidad de San Carlos (Usac) de imprimir el libro, significó una afrenta a este poder militar.

Ixcán. Masacres y sobrevivencia, tiene una secuencia cronológica. Dentro de esta se van describiendo –por fases, de febrero a octubre de 1982– la trayectoria de destrucción que sigue el Ejército en aquella región.

Al igual que en Ixcán, el campesino indígena se levanta, en Ixcán. Masacres y sobrevivencia, el empleo de teoría se halla en las reflexiones introductorias y en las conclusiones. Aquí se establece como, la base de la contrainsurgencia consiste en eliminar la infraestructura enemiga. Para ello, se transita por varias fases: 1) seguridad y limpieza; 2) control (traslado de responsabilidad a fuerzas locales); y, 3) desarrollo. Aquí, Falla dialoga con Tran Dinh Tho: Pacification; y Robert Thompson: Defeating Communist Insurgency. Experiences from Malaya and Vietnam. Falla compara aquí el tipo de contrainsurgencia ejecutada en Vietnam con la campaña de contrainsurgencia del Ejército de Guatemala.

Los primeros párrafos de Masacres de la selva, la escena de los destazadores en la Base Militar de Playa Grande, Quiché, fue –ahora debo reconocerlo– una poderosa idea, que me inspiró para ir detrás de los perpetradores del genocidio guatemalteco; lo que después se concretó en mi Los pelotones de la muerte. La construcción de los perpetradores del genocidio guatemalteco. “Hay dos que son destazadores. Tienen una estrella en la frente y una cruz en el brazo y en medio de la cruz una espada. Ellos nunca se ponen de servicio ni patrullan. Ellos solo esperan”. Y el testigo continúa, ahora refiriéndose a las víctimas, detenidos en aquella instalación militar: “Los bajan del camión a patadas. Los agarran uno por uno. ¡Solo lo embrocan, y tás, el puñal, y lo sacan con sangre y lo lamen!”. En este punto, Falla nos recuerda que el testigo imita el gesto de lamer el puñal ensangrentado, y los carniceros –es la expresión que, indica el testigo, emplea el oficial para referirse a estos soldados– dicen: “sabroso el pollo”. ¿Quiénes fueron estos destazadores? Un quiénes histórico y sociológico, más que individual y psicológico, es una de las preguntas que continúa abierta.

En la tercera parte de esta reseña analizaremos algunas de las lecciones de método que, con sus libros, Falla nos ofrece.

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Este artículo fue publicado en el número 54 (1) del “Latin American Research Review”. 

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La colección “Al atardecer de la vida…”, y otros libros de Ricardo Falla, están a la venta en librería Casa del Libro, interior de la Casa de Cervantes, ubicada en la 5a. calle 5-18. zona 1.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt]

Manolo E. Vela Castañeda