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Reforma tributaria tras bambalinas

¿Cuándo manifestaremos y lucharemos contra una economía que protege los privilegios de los monopolios?

Marcela Gereda

Sintiéndose protagonistas de “haber cambiado el país” y de haber hecho una “revolución” que solo existe en sus sueños, muchos de quienes asumieron la lucha contra la corrupción hoy son incapaces de escandalizarse ante una economía en la que la mayoría de gente no vive dignamente, sino apenas sobrevive.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, somos una población de 16.1 millones de habitantes, en los que se incrementó la pobreza y la pobreza extrema.

Ese aumento supone que 9.6 millones de guatemaltecos viven en pobreza, y de estos un 4.8 millones vive en extrema pobreza.

Expulsados por una economía incapaz de ofrecer oportunidades laborales para todos los sectores; hay más de un millón de guatemaltecos que migraron al extranjero para poder mantener a sus familias.

Cuando nos preguntamos por qué y cómo llegamos a esos niveles salvajes de pobreza, mucha gente responde: “porque la gente es huevona” y esa falsa respuesta se ha convertido en el pensamiento dominante de las élites. Sin embargo, la historia nos demuestra que la pobreza responde a la manera en que se ha acumulado el capital en esta finca con dueños que tuercen las leyes según su antojo e interés para evadir impuestos. Mientras en países como Francia las grandes fortunas tributan al Estado hasta el 65 por ciento, aquí la clase dominante ha escrito las leyes según su conveniencia.

Para nadie es una novedad el hecho de que aquí ha sido y es un pequeño grupo empresarial quien ha mandado a hacer y deshacer leyes. De ahí que este país sea uno de los países en los que menos impuestos se pagan.

Sobre la reforma tributaria (que se discute en la actualidad), el economista y empresario agrícola Heini Villela, del Grupo Intergeneracional, explica en el programa de radio Políticamente hablando, que dicha reforma tributaria no soluciona el problema de fondo para la economía del país porque la misma no parte del tipo de economía que tenemos y que se ha construido a lo largo de la historia.

Villela analiza que “históricamente, la clase media es quien ha pagado los impuestos. El café (como otros grandes consorcios) ha hecho sus leyes para no pagar el ISR. Por ejemplo, Walmart no paga ISR, sino solamente paga el IVA recaudado de todos los consumidores que vamos ahí a comprar y pasamos por la caja. Ese dato lo usan para decir “Walmart paga impuestos”, pero eso no es así, sino que somos nosotros como consumidores los que pagamos ahí impuestos. Y ello es así con todas las grandes empresas. Los sectores económicos poderosos se blindan de no tener que pagar impuestos, así fue el pollo con una ley que se estableció en tiempos del presidente Ydigoras Fuentes. Pasaron más de 30 años sin pagar impuestos. La lógica del sector empresarial para impulsar negocios es a su vez impulsar leyes que les eximan de impuestos”.

“Somos una economía de subsistencia y de monopolios. Por ejemplo: un contenedor marítimo de Perú a Miami cuesta US$4 mil 700. Y un contenedor de Guatemala a Miami (hay tres empresas que lo hacen) cobran US$4 mil. ¿Por qué sucede esto si la distancia de aquí a Miami es mínima? Porque aquí hay un cartel, hay monopolios y es con ello con lo que se debe de acabar para que pueda crecer una economía basada en la competencia real y no en una economía que concede privilegios”.

Tal y como explican Villela y otros analistas, con la actual reforma fiscal se pretende ampliar la base tributaria, pero no se obliga a empresas como Walmart a pagar el Impuesto Sobre la Renta, ISR. No se va a aprobar un paquete de reformas fiscales que vayan a afectar los intereses económicos del sector empresarial, porque son ellos quienes históricamente han puesto y quitado leyes según sus propios intereses económicos.

¿Cuándo manifestaremos y lucharemos contra una economía que protege los privilegios de los monopolios? ¿Cuándo nos uniremos por demandar una reforma fiscal que acabe con los monopolios y esos privilegios que ha tenido el pollo (y otros) y poder un país de todos y para todos? ¿Cuándo podrá nuestra economía incorporar a las grandes mayorías y a las clases medias a los modos de producción para que la gente ya no tenga que migrar para poderle dar a sus hijos educación, salud, y consumo? El desafío es enorme, pero la lucha es imprescindible para que este país que es el que heredaremos a nuestros hijos no esté cada día más cerca de convertirse en el más salvaje y bárbaro de los territorios.

No se va a aprobar un paquete de reformas fiscales que vayan a afectar los intereses económicos del sector empresarial, porque son ellos quienes históricamente han puesto y quitado leyes según sus propios intereses económicos.

Fuente: [www.elperiodico.com.gt]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Marcela Gereda
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