Mario Roberto Morales
Luego de mes y pico de confinamiento, incertidumbre y pánico por el coronavirus, vale preguntarse ¿qué pasó con ideologías como el multi y el interculturalismo, las luchas contra el narcotráfico, el terrorismo y la corrupción, las de los derechos subalternos, de la diversidad sexual, los pueblos indígenas y, en fin, la batalla por la democracia y los nuevos movimientos sociales? ¿Quedaron congeladas durante el reinado del virus y se podrán retomar en el punto donde las dejamos? ¿O nada volverá a ser como era y, de ser esto cierto, de qué manera será distinta la vida en relación a como era antes? ¿Prevalecerán Soros, sus oenegés de izquierda rosada y sus “batallas” progres que sólo fortalecen al sistema financiero-especulativo de Wall Street, la City de Londres y la banca Rothschild? ¿Es que ―en vez de un simple reseteo― cambiará el paradigma y el mundo optará por un capitalismo de productividad física en vez de la especulación financiera que llevó a la crisis del 2008 y a la gran depresión que se avecina (dizque por el virus), las cuales fueron provocadas como estafas planetarias por la oligarquía financiera global y su capital especulativo?
Los corredores de bolsa y otros profesionales improductivos se quedan sin trabajo. Por ejemplo, los paparazzi y demás periodistas de la banalidad y la “alternatividad” financiada por el sistema. Esto es síntoma de la destrucción de la economía tradicional de servicios y de la “informalidad”, sobre todo en cuanto a la micro, pequeña y mediana empresa comercial y de transformación liviana. Por su parte, la educación, el arte y la cultura son ya meros hechos virtuales, domiciliares. Pero esto es simple reseteo.
Para que el paradigma cambie y el mundo adopte la productividad física hace falta que Estados Unidos se alinee con Rusia e India abrazando la propuesta china de la Ruta de la Seda, único proyecto alternativo a la fracasada globalización neoliberal, que obedece al ideal de que el 0.8 por ciento de la humanidad (la oligarquía global) prevalezca sobre el 99 por ciento de ella, para lo cual implementa políticas de despoblamiento por medio de enfermedades sin cura inmediata, como el sida en su tiempo y el coronavirus hoy. Lo que está en juego en Estados Unidos con la reelección o no de Trump, tiene que ver con que él está a favor de la alianza con China, Rusia e India para impulsar el modelo de productividad física. Esto se debe a que Trump está fuera de la élite del complejo militar-industrial-financiero porque su capital radica en otros rubros de acumulación. No porque él sea “bueno”. Tranquis.
Cabe entonces volver a preguntarse: si se resetea el neoliberalismo, ¿prevalecerán las ideologías y luchas culturalistas prosistema financiadas por Soros y sus pares, que por ahora están congeladas?
Fuente: [www.mariorobertomorales.info]
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