Pueblos indígenas y la paz en Guatemala (VIII)
Durante el conflicto armado, las fuerzas de seguridad del Estado llegaron a cometer atrocidades contra el Pueblo Maya que representaron actos de genocidio.
María Aguilar
En junio de 1994, en Oslo Noruega, se firmó entre las partes en conflicto el Acuerdo sobre el Establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las Violaciones a los Derechos Humanos y los hechos de violencia que han causado sufrimiento a la población guatemalteca. Este Acuerdo propuso tres resultados. Primero, “esclarecer con toda objetividad, equidad e imparcialidad las violaciones a los derechos humanos y los hechos de violencia”. Segundo, “elaborar un informe que contenga los resultados de las investigaciones realizadas, y ofrezca elementos objetivos de juicio sobre lo acontecido durante este período”. Y tercero, “formular recomendaciones específicas encaminadas a favorecer la paz y la concordia nacional en Guatemala […] en particular, medidas para preservar la memoria de las víctimas, para fomentar una cultåura de respeto mutuo y observancia de los derechos humanos y para fortalecer el proceso democrático”.
El acuerdo estipulaba el establecimiento de una Comisión que sería la responsable de investigar las violaciones de 1960 a 1996, asignándole un período de seis meses con prórroga de otros seis meses para la elaboración de la investigación y redacción del informe final. Se reconoció que aunque no todas las violaciones pudieran ser investigadas, esto no restaría validez al informe. A pesar de las limitaciones y bloqueos, el informe fue titulado: Guatemala Memoria del Silencio, consta de 12 tomos y fue presentado al Gobierno, pueblos, colectivos de derechos humanos y familiares de víctimas el 25 de febrero de 1999.
Ese día, en el Teatro Nacional, Christian Tomuschat, jefe de la Comisión, señaló lo que los sobrevivientes sabían, que en base a las evidencias la investigación llegaba a concluir que en Guatemala, durante el conflicto armado, las fuerzas de seguridad del Estado llegaron a cometer atrocidades contra el Pueblo Maya que representaron actos de genocidio.
A pesar de no poder nombrar a responsables individuales, la Comisión y su informe sirvieron para reivindicar las denuncias de miles de mayas que enfrentaron la violencia genocida, el secuestro de niños o la servidumbre sexual y doméstica de mujeres. Hoy en día, este informe y sus recomendaciones son de los logros que han sobrevivido al olvido y al arrinconamiento de los Acuerdos de Paz.
Fuente: [www.elperiodico.com.gt]
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