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***Susurros al Oído***
Te acercas lenta, sigilosa suave como una mariposa que se posa
en mi pecho que agitado es pertrecho
de las guerras de este amor…

Es tu melena una selva de fragancias de jazmines y de rosas,
son tus manos la caricia que enciende mi piel…
Son tus besos la miel de este enjambre que se alborota
cuando siento el aliento de tu boca.

Pero tus ojos son elocuentes, es tu mirada como la marea
que arrasa con todo en la playa de estos mares de deseo,
y es que cuando te veo en mi puerto sube la marea.

A veces en una falsa alucinación pretendo ignorarte,
pero como hacerlo si mi sangre está que arde,
a veces como queriéndome engañar te dejo pasar
pero que puedo hacer si son tus caderas una trampa.

Me gusta el contorno de tus caderas y como las meces al andar
ya que son una invitación a levitar…
¡Me elevas! ¡y me elevas! Más allá del cielo hasta la eternidad.

Te sientas en mis piernas y yo no puedo apartar mis ojos de ti,
tus hombros me enloquecen tus pechos son mi perdición y ambos sentimos
que se ha prendido en llamas esta habitación.

Yo te susurró al oído frases tiernas y siento como tiemblan tus piernas…
Mis manos son aves que se escapan y vuelan hacia ti queriendo recorrer
tu geografía de mujer esa que descubran tus misterios y revela tus enigmas.

La penumbra se confabula con mis manos para vestirte y no dejarme
ver esa belleza que llevas ceñida a la piel,
que me invita a devorarte pero prefiero contemplarte.

Quiero ser como tu almohada que conoce tus secretos y recibe tus suspiros,
ser el dueño de tus días y tus noches así como de esos idilios que te
hacen llorar y estremecer…

¡Hay mujer! Si muriera en este momento lo único que lamentaría
sería el no llevarte conmigo para amarte mas allá de la eternidad
y susurrarte al oído palabras tiernas mientras nos amamos.
Oxwell
L’bu