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***Por esos Caprichos del Destino I***

(Out of My League)

Te veo entrar…

Así, impetuosa, inmaculada como diosa,

con que facilidad atraes las miradas,

que como hormigas al azúcar te rodean.

Es tu cuerpo escultural y forajido

el causante de esos pecados de conciencia…

Es ese rostro enmarcado con tal perfección,

el causante de tantas aflicciones del corazón.

Son las cámaras tus aliadas,

que muestran tu belleza en las portadas,

es la moda la que rinde pleitesía a ti figura,

yo muriéndome por abrazarme a tu cintura.

Y para mí…Eres como una estrella,

simple y sencillamente inalcanzable,

mas si pudiera llegar a ti, como aria

para no caer de semejante altura…

Pero un día…

Por esos caprichos que tiene la vida,

iba yo en bicicleta cuando de repente,

cual si fuera marioneta la vida nos puso

frente a frente…

Fuera de luces y escenarios,

fuera de cámaras y comentarios,

yo de bruces en el suelo

y tu ayudándome a levantarme.

Me preguntaste ¿Estás bien?

Yo no supe que decir…

Me ayudaste a levantarme,

viendo que sangraba mi rodilla.

Eran tus palabras como bálsamo

sobre mi piel…

Preguntándome si todo esto no

sería más que una historia de papel.

Verte frente a mi…

Más bella que nunca…

Sin todos esos ademanes,

sin todos esos adornos,

sin ese maquillaje…

Sin excesos de equipaje…

Si yo daba la vida solo por mirarte,

apostando todo por acercarme,

hoy verte y sentir tu respiración,

es más de lo que puede soportar

el corazón…

Te vez tan diferente…

La verdad es que las cámaras

al mostrarte te roban hermosura.

Pues no pueden captar…

La calidez de tu presencia,

tal y como los espejos no saben

reflejar la belleza del alma.

Tu voz me envuelve en una atmósfera

de ternura y pellizcándome la pierna,

me pregunto si no habré muerto,

pues estoy frente a un ángel…

Quisiera poder eternizar este instante

y si es que estoy dormido,

¡No quiero!, ¡No debo! Despertar.

Por más que me aguanto el dolor,

este finalmente vence a mis fuerzas,

tu lo notas y me invitas a sentarme…

Mi corazón grita:

¡No la dejas ir! ¡Vamos algo mas

que tonterías, le tienes que decir!

Con timidez te pregunto:

¿Vives cerca? No, respondes

sólo vine a visitar a mi tía.

El corazón como sandía,

empieza en mi pecho a crecer,

cuando siento tus manos como

queriendo sanar mi rodilla.

En ese momento pasa un carro

Mercedes de antaño…

Alguien baja por ti…

Tú me dices me tengo que ir…

Subes presurosa un tanto nerviosa

casi sin despedirte…

Yo me quedo allí viendo como

el carro se aleja…

Preguntándome si aquello no seria

más que un sueño …

Pero me dice que no…

Ese dolor en mi rodilla…

Como puedo me levanto,

con dolor más con cara de alegría,

apoyándome en la bicicleta empiezo

a caminar cuando el mismo auto

vuelve a pasar…

Tú me dices: si quieres te podemos llevar,

Bajándote del carro,

yo respondo: no te preocupes que este

dolor ya va a pasar, agarrándome el tobillo…

Luego te subes nuevamente al carro,

no sin antes apuntarme en un papelito

tu número de celular.

Autor:  Oxwell Lbu