Ayúdanos a compartir

Hola, mi linda flor
Mi linda mañana
Mi hermoso amanecer
Mi hermosa niña, preciosa mujer.

Disculpa mi niña, preciosa mujer
Nunca supe de quien enamorarme fuese mejor,
Nunca pensé enamorarme de ti
Nunca imagine enamorarme de ti

Te vi crecer, jugar con tus amigas a la tenta,
Al yaquis, a las muñecas, correr con tu cabello color castaño suelto,
Reír, llorar y gritar de alegría, de miedo, de enojo o de dolor; no lo sé.
Parecías todo un ángel, con una inocencia pura.

Pero un día te vi, con un vestido kaki, que moldeaba tu figura
Con una flor en tu pelo, Jugueteando con las mariposas de tu jardín,
Ya no eras una niña, esa niña que conocía
Parecías una linda, linda y preciosa mujer a la vez.

Siempre me sonreías,
Me brindabas tu confianza, tu cariño
Platicábamos cuando podíamos, o se diera la ocasión,
Toda una amistad, amistad sin interés.

Pero un día de tantas,
de tantas veces que nos encontrábamos en el camino,
de tantas veces que cruzamos palabras por alguna razón y nada más,
no sé, si fue la fuerza de la vida o del destino.

Pero un día de esas tantas veces, tus ojos y los míos se cruzaron
Y sin querer dijeron muchas cosas que jamás pudimos expresar y decir.
Mas mi corazón latió tan fuerte o tan débil; la verdad no lo sé,
pero algo cambio mi vida desde aquel día.

Ahora cada día pienso en ti
Creo que me he enamorado
Pero, temo, porque tú para mí eres un amanecer
Mas yo, puedo ser un medio día o un atardecer.

Mas tu sonrisa, brinda alegría a mi corazón,
Tu mirada inocente, brinda paz a mi alma.
Tus intenciones fortalecen mi espíritu
Y tus caricias me erizan la piel, más tu forma de ser me hipnotiza.

Linda niña, preciosa mujer
Tú que eres una linda flor en pleno color
Una linda mariposa en un lindo jardín
Un gorrión queriendo alzar el vuelo para probar las mieles del amor.

Tú eres la chica que me entretiene,
Imaginándome junto a ti alzar el vuelo.
Es por ti que lucho, velo y desvelo
Edificando mi castillo en la penumbra para un nuevo día.

Por todo lo que he escrito para ti
Puedo escuchar el murmullo de lo que piensas
Y la guerra que existe en tu cabeza,
puedo ver esa sonrisa angelical que se dibuja en tu rostro
puedo sentir ese suspiro que viene de lo más profundo de tu corazón
y esa duda que te dice; sigue y detente; niña preciosa mujer.