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Caí del viento oscuro
como un alacrán sediento
por las alas del ícaro siniestro
evoco arder en los vitrales
de la catedral de esta luna eclipsada
ciegos que nacieron a la luz
prófugo del amor y la belleza
he sido el demente ser de las paredes
rondando las noches del delirio
inventé la herida para suprimir el beso
todas las caricias son devoradas
en el aliento de la selva
escribo para envenenar
el silencio en las cúpulas
de mi cuerpo.

14.abril.2014.

Mauricio Estanislao Lopez Castellanos
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