La dama del Hilton, de Carlos Fuentes

Abordamos un mismo avión… el mismo rumbo
yo mis motivos aún sin coordenadas
ella quien sabe… nos conocimos
recobré su pasaporte perdido… el destino
quise dárselo
Mas… conocí todos tus datos
nerviosa sonreía llena de vida
yo sin equipaje… el suyo liviano
me flechó perfumándome
sin quererlo abordamos un mismo taxi
nuevamente el destino anunciándose

Recién casados interrogó el conductor sonriendo
me interrogó ella con su mirada
reímos y continuamos
a dónde los llevo preguntó luego
al Hilton
los dos al mismo tiempo… fue en invierno
el destino ahora parecía nuestro amigo
compartimos un paraguas
éramos muy parecidos
le decía que la amaba
vamos juntos al cielo contestaba
setenta y dos horas fueron una vida
me fascino el extraño tatuaje en su espalda

El ojo de Orus es para tu suerte
siete para la fertilidad
para el desierto es el nueve
siete en la cabala… para tu vida
y el nueve para tu muerte

Ella no se encontraba en nuestro amanecer
parecí loco de repente
nadie daba información
un número telefónico una institución mental
qué sucede… preguntaban si la conocía yo
su informe clínico… aterrador

Me veían extrañamente
llamaron al doctor
Lo vi como ver un fantasma
nuestro conductor… pronuncié
soy su médico…
recién casados recuerda?
no lo conozco
el conductor del Hilton
jamás lo he visto
tiene muerte cerebral… dijo
hace un mes en el aeropuerto
hubo un accidente
¡pero usted era conductor!
¡Y ella! …eso no es posible interrumpió
se siente bien señor
Puedo ver su espalda… dije conmocionado
el siete de la cabala… ya no estaba
aquel ojo tenía una lágrima tatuada
ese tatuaje ya no me parecía extraño
desmayé… me sedaron
trate de comprender… sin resultado
desperté agitado
todos afirmaban
que allí era donde habitaba yo…
sigo sin recordarlo
preguntando locamente por ella
desde hace muchos años.