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***El Bachiller***

Como patojo lamiéndose los mocos

y aun en pañales…

Desde hacia añales que soñaba,

con pisar el suelo sagrado de la

Tricentenenaria.

Entro como un pavo real que se pasea

por los jardines del sumo pontífice

de la ignorancia…

Con un racimo de libros bajo el brazo

donde las letras y los números eran

meros adornos cardenalicios

que no rinden beneficios…

¡Bachiller en chencas y litros!

Que con su labia florida y niñez enmohecida,

se pervierte de tanto leer libros prohibidos,

que han sido censurados por el gobierno.

Que prefiere verlos arder en el infierno,

antes que arriesgarse a alfabetizar a

un pueblo que se podría sublevar…

¡Bachiller en chencas y litros!

Que compartes las chencas de cigarro

por la falta de pisto…

Y te empinas los culitos de cerveza,

que quedando van en la meza.

Y así medio ebrio, medio zonzo

le viene la inspiración…

Mientras le jala la oreja un querubín,

se le mezcla el español con el latín.

Toma la guitarra pero no sabe interpretar,

se  para en medio de todos y se pone a recitar,

los versos que se acaba de disparar…

Sin saber si los a plagiado o si en su borrachera

algún ángel los olvido…

Invoca a la Chalana y a todas sus hermanas,

pero la elocuencia nunca lo asistió.

Entonces toma nuevamente el lápiz y el papel,

invocando a Baldor, a Pitágoras y a Gardel,

para escribir con la pasión de un tango,

con lógica certeza mientras se le sube

la cerveza a la cabeza…

En capilla ardiente y tomando cerveza,

en la velada desvelada de la “Huelga de Dolores”

donde resucitan esos viejos pero verdes amores,

de los que nunca llegaron a ser ingenieros o doctores,

porque al andar proclamando consignas algunos,

les arrebataron la vida como si fueran malhechores…

En esas partidas de ajedrez interminables

donde nadie perdió por que la última jugada

“La Chalana” la interrumpió.

Bachiller siempre fiel a la poesía,

sin importar si la jauría del que oprime,

convierte tus palabras  en otra utopía.

Bachiller cuya infidelidad a tus letras,

solo encuentra cause cuando una mujer,

hace a tu corazón estremecer…

Ya que como lo dijo Luis Cardoza y Aragón:

“La poesía es la única prueba concreta,

de la existencia del hombre”…

A lo que el bachiller sin hacer

alarde agrego:

Y de sus sueños y pasiones

cuando se juntan a chupar,

un grupo de güevones…

Un profesor de matemáticas

que estaba sentado allí de incógnito,

entre el montón aplaudió agregó:

La poesía es esa pócima mágica

que sirve para devolverle al cuerpo

la juventud y al espíritu el entendimiento.

Oxwell L’bu