Como hormigas, de Oxwell Lbu

Hay personas que van por el mundo
regalando saludos y sonrisas,
a los cuales los que se sienten importantes
pocas veces responden.

Son gente sencilla y trabajadora,
que hace para muchos tareas irrelevantes,
que poco valoran los que tiene puestos
en los que se sienten importantes.

Aun así, ellos hacen su labor con esmero,
desde la cocinera, el guardián o el enfermero;
se saben el nombre de todos a pesar que la
mayoría no se interés en el de ellos.

Hacen ese trabajo silencioso que pocas
veces se valora…
Ese que nadie nota hasta llega el día
en que se deja de hacer…

Nadie aplaude los logros de un piso más limpio,
una mesa bien servida o una cama de hospital impecable,
mas a pesar de no recibir ningún reconocimiento
ellos siguen siendo amables y cada día lo hacen mejor.

Nadie se da cuenta porque aquí no alumbra el reflector,
ese que a todos deslumbra y que deja en la sombra
a los verdaderos artífices de los logros…

Yo me pregunto qué sería de una máquina si de repente
los tornillos se pusieran en huelga y la dejaran de sujetar,
que seria del ejecutivo sin la secretaria, del doctor sin
la enfermera y de todos nosotros sin quien hace por notros
todas esas cosas pequeñas…

Recordemos que el trabajo de las hormigas nadie lo mira,
porque ellas lo hacen en silencio sin esperar ser empujadas,
pero hasta el mismo Dios reconoce su esfuerzo.

Oxwell L’bu